Es posible que hayas notado que el reino animal se comporta de manera bastante diferente a los humanos cuando se trata de hábitos relacionados con el nacimiento. Uno de esos comportamientos inusuales que a menudo desconcierta a los dueños de mascotas es el consumo de la placenta después del nacimiento. Muchos gatos se comen la placenta después del nacimiento, un comportamiento conocido como placentofagia
Si bien esto puede parecernos extraño, es algo común entre muchos animales. Exploremos más este tema para comprenderlo mejor.
Comprender la placentofagia en gatos
La placentofagia, o el acto de consumir la placenta, es un comportamiento común entre muchos mamíferos, y eso incluye a los gatos domésticos. Este hábito se remonta a sus ancestros salvajes y hoy en día se puede ver en muchos gatos salvajes y domésticos.
La placenta es un órgano único que se forma durante el embarazo para proporcionar nutrientes y oxígeno a los gatitos por nacer. Después del nacimiento, la placenta ya no es necesaria y normalmente se expulsa del cuerpo de la gata. Pero en lugar de dejarlo atrás, muchos gatos lo comen instintivamente.
¿Por qué las gatas comen placenta al dar a luz?
Hay varias teorías sobre por qué los gatos se involucran en la placentofagia. Por un lado, se cree que es un retroceso a sus raíces salvajes. En la naturaleza, dejar atrás la placenta podría atraer a los depredadores hacia la madre y sus recién nacidos, por lo que consumirla ayudó a proteger a la familia.
Otra teoría gira en torno a los beneficios nutricionales de la placenta. Es rico en nutrientes como proteínas y hierro, que pueden ser beneficiosos para la madre gata, especialmente después del exigente proceso físico del parto. Consumir la placenta puede ayudarla a recuperarse más rápidamente y a poder cuidar mejor a sus gatitos.
Además, algunos creen que las hormonas que se encuentran en la placenta pueden ayudar a promover el comportamiento maternal y estimular la producción de leche, aunque esto es más una hipótesis especulativa que un hecho científicamente probado.
¿La placentofagia es segura para los gatos?
Sí, en general, es seguro que un gato consuma su placenta. Este es un comportamiento normal e instintivo profundamente arraigado en la naturaleza felina, que probablemente se remonta a sus ancestros salvajes. Si el dueño de una mascota trata de evitar que un gato se coma su placenta, podría provocar estrés o ansiedad en el animal, interrumpiendo el curso natural de los acontecimientos después del nacimiento.
Sin embargo, vale la pena señalar que, en algunos casos poco comunes, el consumo de múltiples placentas puede provocar problemas de salud leves. Si una gata ha dado a luz a una camada particularmente grande y elige comerse todas las placentas, podría tener malestar estomacal o incluso diarrea.
Esto se debe a la ingesta repentina de ricos nutrientes y hormonas. En tales casos, se recomienda encarecidamente controlar la salud del gato y consultar con un veterinario si los síntomas persisten.
¿Qué sucede si un gato no se come la placenta?
Si una gata decide no comerse la placenta, no hay por qué preocuparse. Al igual que cualquier otro aspecto del comportamiento, puede haber variaciones en cómo reaccionan los diferentes gatos después del nacimiento. No todos los gatos se involucran en la placentofagia, lo que refleja los diversos comportamientos que se encuentran entre sus contrapartes salvajes.
Cuando el gato no se come la placenta, la responsabilidad de retirarla recae en el dueño de la mascota. Esto es crucial para mantener un entorno limpio e higiénico para la madre y sus gatitos recién nacidos.
Dejar la placenta podría atraer insectos, causar olores desagradables o incluso introducir riesgos de infección. Por lo tanto, siempre es una buena práctica mantener el área de parto limpia y libre de posibles riesgos para la salud.
Mantener a su mascota sana y segura
Si bien un gato que come su placenta puede ser algo desagradable, recuerda que es un comportamiento natural y, por lo general, no es dañino. Sin embargo, garantizar la salud y la seguridad de su gata siempre debe ser su máxima prioridad, especialmente durante el momento vulnerable del parto.
Aquí hay algunos consejos esenciales:
- Primero, proporcione a su gata un lugar cómodo, cálido y tranquilo para dar a luz. Una caja nido en una parte poco transitada de su hogar es perfecta para esto. Controle de cerca el proceso de parto, pero trate de no intervenir a menos que haya complicaciones.
- Es fundamental conocer los signos de angustia o dificultad de tu gato, como un jadeo excesivo, esforzarse sin producir un gatito, o mostrar signos de fatiga o debilidad. Si estos signos son evidentes, busque asistencia veterinaria inmediata.
- Después de que tu gata dé a luz, dale una dieta balanceada, rica en grasas y proteínas para gatitos, ya que esto ayudará a tu gata a recuperarse y apoyar la lactancia. Consulte a su veterinario acerca de las mejores opciones dietéticas. Los controles veterinarios regulares son cruciales para la madre gata y sus gatitos. La detección temprana de cualquier problema de salud potencial puede garantizar el bienestar de su familia felina.
Conclusión
Los gatos comen su placenta es un comportamiento natural y generalmente seguro, que se remonta a su ascendencia salvaje y proporciona beneficios nutricionales potenciales. Sin embargo, no todos los gatos harán esto, y no es motivo de preocupación si deciden no hacerlo.
Como propietario de una mascota, su enfoque principal debe ser proporcionar un entorno seguro y saludable para su gata y sus gatitos antes, durante y después del nacimiento. Después de todo, tu amigo de cuatro patas confía en ti para garantizar su seguridad y la seguridad de sus adorables nuevas incorporaciones.