Si bien ciertas enfermedades del páncreas son bastante sencillas de identificar y tratar, el cáncer de páncreas sigue siendo una enfermedad delicada en los gatos. Los análisis de sangre estándar generalmente pueden encontrar cambios relacionados con los diagnósticos anteriores pero, desafortunadamente, no descartan el cáncer de páncreas.
Ya sea que un gato padezca un tumor pancreático primario o secundario que sea benigno o maligno, este artículo explorará los signos del cáncer de páncreas en gatos y las intervenciones diagnósticas y terapéuticas que se pueden tomar para abordarlo.
Signos de cáncer de páncreas en gatos
El dueño de un gato puede comenzar a notar que algo anda mal cuando el gato comienza a exhibir signos clínicos bastante inespecíficos en el hogar. Aquí hay algunas preguntas que pueden cruzar por tu mente:
- ¿Por qué mi gato vomita por toda la casa?
- ¿Por qué se niega a comer (incluso sus golosinas) y continúa perdiendo peso cuando le estamos dando medicamentos?
- ¿Es su dieta la causa de su malestar?
Estas son preguntas que muchos dueños de gatos pueden llegar a hacerse cuando resulta que su amado compañero felino no responde a la atención de apoyo estándar para los signos gastrointestinales no específicos.
Si bien algunos gatos con cáncer de páncreas pueden mostrar estos signos, muchos son asintomáticos durante mucho tiempo. Solo hasta muy tarde en el curso del proceso de la enfermedad comienzan a mostrar signos de problemas, como los siguientes:
- Vómitos
- Diarrea
- Inapetencia
- Pérdida de peso
- Dolor abdominal
- Ictericia (si el crecimiento del tumor provoca una obstrucción del conducto biliar)
- Problemas para respirar
- Cojera
- Alopecia (pérdida de cabello)
Causas del cáncer de páncreas en gatos
Desafortunadamente, incluso los gatos que se someten a exámenes de bienestar anuales y análisis de sangre de rutina son susceptibles de desarrollar cáncer de páncreas.
Una base de datos mínima que consiste en análisis de sangre y análisis de orina de referencia es increíblemente útil para descartar enfermedades comunes en los gatos, pero no muestra cambios específicos que puedan sugerir cáncer.
Algunos gatos pueden estar anémicos y/o tener un tipo elevado de glóbulos blancos y enzimas hepáticas elevadas, pero es posible que tampoco se observen anomalías con estas pruebas.
Además, ciertas enzimas específicas del páncreas, como la lipasa, que suelen estar muy altas en gatos con pancreatitis, pueden ser normales en pacientes con cáncer de páncreas. Las radiografías se utilizan a menudo para determinar el dolor abdominal y los vómitos en los gatos. A pesar de que son excelentes para detectar tumores en otros órganos abdominales, el cáncer de páncreas generalmente no es evidente.
Aparte de la cirugía abdominal exploratoria (que es a menudo la forma en que se realiza un diagnóstico de cáncer de páncreas), una ecografía tiene la mayor probabilidad de identificar un tumor pancreático entre los procedimientos menos invasivos. Una vez identificado en la ecografía, se puede realizar una aspiración con aguja fina o una biopsia. Las muestras del tumor se pueden enviar a un patólogo que examinará los portaobjetos de vidrio bajo el microscopio para determinar qué tipo de célula está presente en el tumor.
¿Cuál es la esperanza de vida de un gato con cáncer de páncreas?
Los tumores pancreáticos pueden ser benignos (como un adenoma) o malignos (adenocarcinoma).
Una vez que se clasifica el tipo de célula tumoral, se deben analizar las opciones de tratamiento. Un adenoma, en teoría, no necesita tratamiento, aunque podría crecer y causar dolor u obstrucción del conducto biliar. Un adenocarcinoma, por otro lado, conlleva un peor pronóstico debido a su tendencia a diseminarse a otras partes del cuerpo, típicamente al hígado, los ganglios linfáticos y los intestinos.
Es importante conocer los desafíos asociados con el tratamiento del cáncer de páncreas felino o la f alta del mismo. Lamentablemente, no hay un alto grado de resultados positivos. La cirugía para extirpar toda la masa suele ser complicada, ya que también se debe extirpar tejido sano y es muy difícil lograr márgenes quirúrgicos limpios. La quimioterapia y la radiación, opciones que un oncólogo veterinario puede brindar a los dueños de gatos, tampoco tienen un alto grado de éxito en términos de reducción del tamaño del tumor.
Un estudio en 34 gatos con carcinoma pancreático encontró una mediana de supervivencia de 97 días desde el momento del diagnóstico hasta la muerte. Aquellos que tenían derrame abdominal concurrente solo vivieron alrededor de 30 días. Solo tres gatos vivieron más de un año desde el momento del diagnóstico.
Reflexiones finales
Nunca es fácil enterarse de que su mascota tiene una enfermedad grave. Como es el caso de las enfermedades terminales en la medicina felina, la cura puede no ser posible.
Las discusiones sobre cómo proporcionar a los gatos la mejor calidad de vida posible a través de cuidados paliativos son necesarias para los propietarios que no desean seguir adelante con procedimientos invasivos. Si el manejo de un gato con cáncer de páncreas maligno terminal se vuelve demasiado difícil y el gato continúa decayendo, la eutanasia es una forma final de eliminar el sufrimiento.
Si este es el caso, recuerda que existe una comunidad de personas que apoyan a quienes han perdido una mascota. Las personas de estos grupos pueden comprender sus emociones y ofrecerle apoyo.