Incluso cuando parece que todo está bien en la casa, la agresión y las peleas entre dos gatos pueden aparecer repentinamente y dejarte estresado sobre cómo manejar la situación. Ya sea que el comportamiento problemático haya sido gradual o de la nada, los cambios repentinos en el comportamiento de su gato suelen ser motivo de preocupación. La mayoría de las veces, esto podría ser un signo de una afección médica subyacente. Otras veces, simplemente podría significar que algo les molesta con lo que no están de acuerdo.
Siempre visite a su veterinario y pídale que descarte problemas médicos. Si está seguro de que no hay nada malo, entonces será más fácil rastrear la verdadera razón por la que sus gatos están peleando en primer lugar.
Las 4 razones principales por las que los gatos pelean: ¿Qué está causando la agresión de tu gato?
Si usted y su veterinario han descartado problemas médicos, entonces una o más de las siguientes preocupaciones podrían estar en juego:
1. Miedo
Los gatos suelen portarse mal porque tienen miedo y no solo porque tienen ganas de ser malos. Si uno de los gatos de la casa se siente atrapado o amenazado por otro, normalmente emitirá una señal de advertencia como silbidos y aullidos. Cuando tienen tanto miedo que su respuesta de lucha o huida se activa, algunos gatos eligen la agresión y la lucha para protegerse.
2. Protegiendo su basura
No importa a qué especie pertenezcas; las mamás no son alguien con quien meterse cuando se trata de sus crías. Las madres gatas pueden actuar agresivamente cuando otro animal se acerca a sus gatitos porque está preocupada por su seguridad. Incluso si tiene una buena relación con los animales de la casa, no dudará en hacer lo que sea necesario para mantener a salvo a sus bebés. Se sabe que las madres gatas silban, gruñen, golpean, muerden y ahuyentan a cualquier animal que se atreva a acercarse demasiado. Este tipo de agresión materna tiende a desaparecer una vez que se desteta a los gatitos, pero si está causando problemas, podrías considerar esterilizarla para evitar futuras camadas.
3. Agresión Territorial
Los gatos son criaturas territoriales. En la naturaleza, tienden a vivir solos y marcan su territorio frotándose la cara y rociándose. Si otro gato está invadiendo su territorio, a veces sienten que no hay otra manera de manejar al intruso que luchar por lo que creen que es suyo.
4. Juego rudo
Todos los felinos disfrutan jugando en un momento u otro. Muchas veces, este juego rudo se parece mucho al comportamiento agresivo. Dos gatos que viven en el mismo hogar a menudo se aburren y tienden a acecharse, abalanzarse, patearse o emboscarse entre sí. Si el juego continúa por mucho tiempo, a veces los sobreestimula y lo que alguna vez fue divertido se convierte en una situación violenta. Este tipo de juego es más común entre gatos con una diferencia de edad significativa.
Lenguaje corporal de los gatos agresivos
Presta atención a los ojos, la cola, el cuerpo y las orejas de tu gato. Estas son las partes anatómicas principales que te dicen si están siendo realmente agresivos o no. Los signos de un gato hostil incluyen las orejas echadas hacia atrás o tumbadas, las pupilas dilatadas, la cola baja o metida entre las piernas y la espalda arqueada con el pelaje erizado. Algunos gatos también se ponen vocales cuando están frustrados. Crecer, aullar y sisear son señales de comunicación comunes para advertir a un enemigo o mostrar que está en algún tipo de peligro.
Cómo prevenir las peleas de gatos
Hay algunas formas de controlar la agresión en los gatos domésticos. Estos tratamientos varían dependiendo del tipo de comportamiento. A veces hay que desensibilizarlos, y otras veces requiere terapia con medicamentos.
1. Esterilización y castración
Las peleas son más comunes entre los gatos que no están esterilizados o castrados. Esto no solo conduce a la agresión materna, sino que también puede hacer que los machos rocíen la casa para proteger su territorio. Siempre esterilice y castre a sus gatos y deje la cría en manos de criadores certificados en su estado.
2. Proporcionar escondites
Los gatos prefieren correr y esconderse en algún lugar donde se sientan seguros que tener una confrontación que conduzca a una pelea. Asegúrate de que tu casa tenga muchas perchas altas y escondites a los que puedan escapar cuando se sientan asustados o amenazados.
3. Dale a los gatos cosas individuales
Mantener la agresión territorial al mínimo es mucho más fácil de hacer si cada uno de sus gatos tiene cosas que pueden llamar propias. Esto significa mantener separados los tazones de comida y agua, las cajas de arena, los juguetes, las perchas y cualquier otro tipo de recurso. Si le das algo a un gato, asegúrate de que haya otro del mismo artículo en la casa para el otro gato también.
4. Reforzar el buen comportamiento
Aunque castigar a sus mascotas por su mal comportamiento no funciona, sin duda puede recompensarlas siempre que sean amables entre sí. Dales golosinas cada vez que haya una interacción tranquila para que asocien el comportamiento con algo más que sea bueno.
5. Mantenga a los gatos separados
A veces, dos gatos simplemente no se llevan bien. La mejor manera de manejar estas personalidades fuertes es mantenerlos separados durante unos días hasta que cese la agresión. Si es persistente, la separación podría llevar semanas hasta que puedas reintroducirlos de nuevo gradualmente. La separación es aún más importante durante la hora de comer.
6. Usar spray de feromonas
Hay muchos productos que imitan los olores naturales de los gatos que ayudan a disminuir la agresión en algunos gatos. Estos aerosoles son bastante asequibles y podrían ser una gran herramienta para minimizar las peleas en la casa.
Qué no hacer cuando dos gatos pelean
Tratar de animar a tus gatos a llevarse bien es normal, pero tampoco quieres cometer un error que podría empeorar la situación. No permita que sus gatos se peleen. Las peleas de gatas reales nunca se resuelven mediante la agresión, y podrían terminar lastimándose gravemente si dejas que se desarrolle.
Después de una pelea, no castigues a tus gatos por la forma en que actuaron. El castigo solo hace que los gatos tengan más miedo y podría empeorar las cosas. Al mismo tiempo, tampoco los calmes ni los tranquilices. Dales su espacio y deja que se calmen.
¿Y si los gatos siguen peleando?
Si la pelea no se detiene y ha intentado todo lo que se le ocurrió, es posible que deba ponerse en contacto con un especialista en comportamiento animal para que salga y evalúe la situación. Estos profesionales están capacitados para tener una visión más profunda y brindar orientación sobre las técnicas adecuadas de modificación del comportamiento.
Conclusión
Los gatos tienen personalidades diferentes y, a veces, dos gatos simplemente no encajan bien y nunca vivirán en paz. Si ha agotado sus recursos, puede ser el momento de encontrar una manera de mantener a los gatos separados de forma permanente para que no sigan lastimándose unos a otros. Esto no es ideal para ti, pero a veces es la única manera de mantenerlos a ambos seguros y minimizar el estrés que sienten.