La mayoría de las personas probablemente han experimentado el dolor y la irritación de una ampolla al menos una o dos veces; pero cuando notas que a tu mascota le sale una ampolla, ¿sabes qué hacer? Por lo general, no puede usar medicamentos humanos en la mayoría de los animales porque podría irritar su piel y empeorar las cosas. Es importante aprender a detectar ampollas en las patas de tu perro y saber cómo ayudarlo.
Cómo saber si tu perro tiene una ampolla
Si nota que su perro cojea cuando lo lleva a caminar, o puede verlo lamiendo su pata en el mismo lugar una y otra vez, es posible que desee inspeccionar sus patas en busca de lesiones. Por supuesto, hay varias razones por las que su perro podría estar cojeando, así que si no puede localizar el problema, es hora de llamar al veterinario. Sin embargo, vale la pena saber cómo tratar las ampollas una vez que las nota en la pata de su perro..
Después de haber localizado una ampolla en la pata de su perro, querrá mantenerlas fuera de la pata tanto como sea posible. Evite llevarlos/dejarlos salir tanto como pueda, y cuando necesite caminar con ellos, manténgase en la hierba blanda o la tierra, evitando las superficies pedregosas, puntiagudas o duras.
Primeros auxilios para ampollas
La mayoría de las ampollas se resolverán rápidamente sin mucha intervención, pero si su perro parece particularmente molesto, aquí hay algunos consejos de expertos para ayudarlo:
1. Revisa la pata de tu perro
Examine el pie para asegurarse de que no haya nada atascado en la piel o que no haya signos de infección. Si son muy dolorosos o hay signos de infección, se recomienda una visita al veterinario. Algunas ampollas pueden deberse a semillas de hierba u otros objetos afilados que se han clavado en la piel, así que si tienes dudas, haz que te las revisen.
2. Limpiar su pata
Limpia el pie suavemente con toallitas antibacterianas o con agua fría y hervida, luego sécalo bien, especialmente entre los dedos.
3. Evitar lamer
Los mayores impedimentos para la cicatrización de las ampollas son la humedad y el lamido. Una de las formas más sencillas de dejar de lamerse en exceso, proteger el pie y permitir que el aire llegue a la ampolla es usando algo que todos tendrán en casa: ¡el humilde calcetín! Los vendajes a menudo hacen que el pie sude y atrape la humedad, lo que aumenta el riesgo de infección y, si se aplica incorrectamente, puede incluso empeorar las cosas.
Le sugerimos que cubra el pie con el calcetín y lo asegure con una venda o cinta alrededor de la parte inferior de la pierna, sobre el calcetín, dejando 2-3 pulgadas de calcetín por encima de la cinta. Asegúrese de que el vendaje/cinta sea lo suficientemente firme para mantener el calcetín en su lugar, pero no demasiado apretado, ya que esto puede cortar la circulación. Si dobla la parte superior del calcetín sobre el vendaje/cinta, ayuda a evitar que su perro tire de la cinta.
Si tienes un collar isabelino (¡cono de la vergüenza!), esto realmente ayudará a que tu perro deje de lamer.
4. Revisa su pata y cambia el calcetín
Revisa el pie y cambia el calcetín a diario, o si se moja o ensucia. Si su perro parece particularmente molesto por el pie, es posible que el vendaje esté demasiado apretado. Cuando salgan, envuélvele el pie con una bolsa de plástico o film transparente para mantenerlo limpio y seco.
5. Sepa cuándo ir al veterinario
Si la ampolla no mejora después de 48-72 horas, o si parece que está empeorando, es hora de llevarlo al veterinario.
Conclusión
Si su compañero canino comienza a cojear y a lamerse el pie, hay varias cosas que podrían ser la causa. Si la culpa es de una ampolla, puede usar los consejos anteriores para darle un poco de alivio a su perro. Para evitar que se desarrollen ampollas, evite las aceras o el asf alto en los días calurosos; use la regla de los 7 segundos: si hace demasiado calor para su mano, es demasiado caliente para sus patas. Recuerde, siempre puede obtener el consejo de un veterinario si no está seguro de qué hacer.