Si traes a casa un nuevo gato para tus hijos o los niños pronto invadirán el espacio de tu gato, es esencial que prepares tanto a los niños como a tu gato. Muchos gatos prefieren cierta cantidad de paz y tranquilidad, ¡y sabemos lo bulliciosos que pueden ser los niños!
Aquí hay varios consejos que deberían ayudar a que esta transición sea más fluida. Si ya tienes un gato e hijos compartiendo la casa pero quieres que formen un vínculo más fuerte, ¡eso también está cubierto!
Los 12 consejos para ayudar a gatos y niños a vincularse
1. Compre suministros para gatos
Si traes a tu hijo contigo para comprar suministros para tu gato, se sentirá más involucrado en la toma de decisiones. Esto puede ser para comida, tazones y juguetes divertidos.
Si tienen la edad suficiente, hablen sobre lo que un gato necesita para mantenerse saludable y feliz. Permítales elegir un juguete que fomente la interacción, como una varita de plumas.
2. Las primeras impresiones lo son todo
Si trae a casa un nuevo gato, asegúrese de que la casa esté tranquila y no demasiado ocupada. Manténgalos en el portabebés durante un rato en una habitación tranquila y déjelos salir a explorar el espacio cuando parezca que están listos.
Puedes comenzar con las presentaciones una vez que tu gato se sienta cómodo (lo que puede demorar algunas horas o algunos días). Su hijo debe ofrecer su mano para que el gato la huela, y si el gato parece tranquilo, puede acariciarlo suave y lentamente.
Este proceso llevará un tiempo, y un padre o un adulto siempre debe supervisar estas interacciones, especialmente si el niño aún es muy pequeño.
3. No lo fuerces
Si está presentando a su gato y a sus hijos, pero su gato tiene dificultades para huir o parece demasiado nervioso, no fuerce la interacción. Tu gato solo asociará sentimientos negativos cuando esté cerca del niño y también si tu hijo está nervioso cerca del gato.
La vinculación definitivamente requiere tiempo y paciencia, e incluso tener al gato y al niño en la misma habitación pero sin interactuar eventualmente ayudará a formar un vínculo más fuerte.
4. Nombre del gato
Si se trata de un gato nuevo, discuta los posibles nombres para el gato como familia. Será aún mejor si a su hijo se le ocurre un gran nombre que le guste a todos. Esto puede ayudar a fortalecer el vínculo emocional entre el niño y el gato.
Incluso si se les ocurre un nombre extraño o tonto, vale la pena si su hijo desarrolla un vínculo más fuerte con el gato cuando usa el nombre de su elección.
5. Enseñe a los niños cómo manejar el gato
Es importante que solo los niños mayores manejen al gato. Los niños pequeños no suelen ser conocidos por su dulzura, y la única forma de crear un vínculo entre un gato y un niño es que el gato se sienta seguro.
Antes de llevar el gato a casa, debes enseñar a tus hijos la mejor manera de interactuar con el gato. Necesitan entender que los gatos y los gatitos no son juguetes, sino animales que viven y respiran, que pueden sentirse asustados y lastimarse fácilmente a menos que se los trate con cuidado.
Dígales cómo entender el lenguaje corporal del gato, que les permite saber cuándo el gato está feliz, asustado o enojado. Además, enséñales la mejor forma de recoger a tu gato.
6. Slow & Steady gana la carrera
La mejor manera de ganarse la confianza de un gato es dejar que se acerque a ti. Los niños tienden a ser bastante impacientes y viven el momento, por lo que puede ser difícil pedirles que esperen con paciencia. Pero para generar confianza entre ellos y el gato, es vital que entiendan esto.
Haga que su hijo se siente pacientemente y espere a que el gato se le acerque. Esto le da al gato más control, lo que solo puede hacer que el vínculo entre ellos se fortalezca.
7. Crear una rutina
Integre al gato en la rutina diaria de su hijo. Comience por averiguar la rutina de su gato (cuándo come y duerme la siesta) y organice la rutina de su hijo en torno a la del gato.
De esta manera, se puede jugar al mismo tiempo, dándole al gato la oportunidad de dormir y comer. Tu hijo tendrá que esperar hasta el momento adecuado para jugar y pasar tiempo con él.
8. Cuidar al gato
Una de las mejores maneras de llegar al corazón de un gato es a través de su estómago. Por lo general, la persona que alimenta al gato con mayor frecuencia tendrá el vínculo más fuerte con él.
Haga que su hijo alimente a su gato al menos una vez al día. El gato asociará a tu hijo con cosas positivas como la barriga llena.
Limpiar la arena para gatos es otra tarea en la que su hijo puede ayudar, siempre que tenga la edad suficiente y se asegure de que se lave bien las manos después.
Finalmente, si el niño tiene la edad suficiente para cepillar al gato, puede agregar el aseo a la lista de tareas. Enséñales la manera correcta de cepillar a un gato, aunque si tu gato está particularmente enmarañado o no le gusta que lo cepillen, es mejor dejárselo a un adulto.
9. Dales golosinas
Si tu gato tiende a evitar a tu hijo y parece nervioso cuando está cerca, haz que tu hijo se siente en silencio en el suelo y ofrécele algunas golosinas.
A los gatos les encantan especialmente las golosinas cremosas y lamibles, por lo que es probable que un niño tranquilo que ofrece algo delicioso alivie la ansiedad de su gato y comience a construir ese vínculo.
10. Asegúrese de que su gato tenga un espacio seguro
Tu gato debe tener un espacio donde estar seguro si siente la necesidad de escapar del ruido y la actividad del hogar. Querrá tener árboles altos para gatos alrededor y tal vez algunos estantes para gatos. Algunos dueños de gatos colocan los estantes en lo alto de las paredes, para que sus gatos puedan caminar por toda la habitación sin tocar el suelo. De esta manera, pueden alejarse y estar fuera del alcance cuando necesitan tiempo para relajarse.
Si el gato se esconde, pídales a los niños que lo dejen en paz. Tendrán que esperar a que el gato se acerque a ellos cuando estén listos.
Tus hijos deben aprender que el gato debe quedarse solo mientras duerme. No son un juguete disponible en todo momento para que los niños jueguen cuando quieran.
11. Liderar con el ejemplo
Debe mostrarle a su hijo la forma correcta de interactuar con el gato y demostrarle cómo levantarlo y sostenerlo (si su hijo tiene la edad suficiente). Usted es el mejor maestro de su hijo y se observará cada interacción con el gato.
Trate de abstenerse de gritarle al gato o de asustarlo de alguna manera. Considere llevar a sus hijos a la clínica veterinaria cuando su gato necesite un chequeo anual de bienestar. Pueden aprender mucho en estas visitas, así que aliéntelos a hacer preguntas al veterinario.
También puede demostrar las mejores formas de acariciar al gato, incluida la delicadeza con la que debe acariciarlo y cómo rascarle la barbilla o cualquier otra cosa que le guste a su gato.
12. Educarlos
Si su hijo es demasiado pequeño para leer solo, encuentre buenos libros ilustrados sobre gatos para leerle. Si su hijo tiene la edad suficiente para leer, aprenda algo sobre el cuidado de un gato para que pueda aprender más sobre el proceso.
Una buena experiencia de unión puede ser que su hijo lea un libro en voz alta al gato.
Todo depende del gato
Algunos gatos ya son tolerantes con las cosas y estarán listos para interactuar con su hijo de inmediato. Pero otros gatos necesitarán tiempo para generar confianza.
Es importante tener en cuenta que el hecho de que su gato permita que su hijo juegue bruscamente y lo m altrate no significa que deba hacerlo. No importa cuán paciente pueda parecer un gato, de repente puede volverse agresivo cuando el niño le jala la cola demasiadas veces.
Aquí hay algunas cosas útiles que hacer y no hacer:
Hacer:
- Asegúrate de que tu gato tenga una vía de escape y un espacio seguro.
- Recuerde a los niños pequeños que no carguen al gato.
- Enseñe a sus hijos a no agarrar al gato por mucho tiempo.
- Recuérdales a tus hijos que los gatos no son juguetes.
- Dígales a sus hijos que tengan cuidado al abrir y cerrar puertas (esto es para evitar lesiones o dejar salir al gato accidentalmente).
- Enseñe a los niños a evitar gritarle al gato.
- Mantenga sano a su gato.
- Enseña a los niños a leer el lenguaje corporal del gato.
- Enseña a los niños a tener cuidado con el gato cuando están jugando.
- Asegúrate de que las garras de tu gato estén recortadas.
No:
- Deje a los niños pequeños cerca del gato sin supervisión.
- Castiga al gato por morder o arañar si tiene miedo.
- Deje que los niños jueguen bruscamente, acorralen o agarren al gato por la cola, las orejas, las patas o el pelaje.
- No dejes que los niños se enfaden o se frustren con el gato.
- No permitas que los niños usen las manos mientras juegan (esto le enseñará al gato que las manos son juguetes).
Conclusión
Tener una mascota puede tener un gran impacto en la vida de su hijo y enseñarle importantes lecciones de vida. Aprenderán la compasión, la paciencia y cómo ser gentiles y amar y respetar a un animal.
La paciencia también tendrá que venir de ti, no solo de tus hijos. Muchos niños son enérgicos, lo que no siempre funciona con un gato tranquilo (aunque no todos los gatos son nerviosos y tranquilos).
Trate de traer a casa un gato que crea que encajará bien en la familia y recuerde que nunca es demasiado tarde para crear un vínculo entre un gato y un niño.