La tiamina, también conocida como vitamina B1, es algo que debe complementarse a través de la dieta de su perro. Con el desarrollo de muchas dietas comerciales bien balanceadas, la mayoría de los perros no sufrirán una deficiencia de vitaminas. Sin embargo, si su perro tiene problemas intestinales subyacentes y/o sigue una dieta cruda o casera, puede tener un mayor riesgo de desarrollar una deficiencia de tiamina.
Continúe leyendo para obtener más información sobre qué es una deficiencia de tiamina, qué la causa, cuáles pueden ser los signos clínicos y cómo tratarla.
¿Qué es la tiamina?
Tiamina es otro nombre para la vitamina B1. La tiamina se encuentra naturalmente en muchas plantas, granos, levaduras y legumbres. B1 también se puede encontrar en órganos animales como el hígado, el corazón y los riñones. La tiamina es una vitamina soluble en agua que puede absorberse activamente en el tracto intestinal en momentos de deficiencia o absorberse pasivamente en momentos de exceso. Una vez absorbida en el tracto intestinal, la tiamina se transporta con los glóbulos rojos, donde participa en varios procesos diferentes del cuerpo, como el metabolismo de los carbohidratos.
Los animales requieren tiamina para que su cuerpo funcione correctamente. Curiosamente, los gatos sufren de deficiencia de tiamina con más frecuencia, ya que necesitan casi tres veces más vitamina que los perros.
¿Cuáles son los signos de la deficiencia de tiamina?
Desafortunadamente, los signos de deficiencia de tiamina son lo que describimos como "no específicos". Esto significa que las anomalías no son específicas de un sistema corporal y/o una enfermedad clínica. Por ejemplo, su perro puede sufrir diarrea y/o disminución del apetito. Es probable que la deficiencia de tiamina no ocupe un lugar destacado en la lista de cosas que su veterinario puede sospechar, ya que estos signos pueden ocurrir por casi cualquier cosa.
Más comúnmente, su perro puede desarrollar anomalías neurológicas. Estos pueden incluir disminución de la visión y/o ceguera, dificultad para caminar, debilidad y f alta de coordinación (también conocida como ataxia), pupilas de diferentes tamaños, flexión del cuello hacia abajo y temblores y/o convulsiones. También hay una serie de cosas que pueden causar estas mismas anomalías, como la ingestión de toxinas, el cáncer, las infecciones neurológicas o la inflamación.
Una vez en el veterinario, el médico puede notar un ritmo cardíaco anormal, una frecuencia cardíaca excepcionalmente rápida (taquicardia) seguida de períodos de frecuencia cardíaca excepcionalmente baja (bradicardia). Estos a menudo no se notan externamente, pero se pueden encontrar durante el examen físico completo de su veterinario o las pruebas de EKG.
¿Cuáles son las causas de la deficiencia de tiamina?
Si su perro tiene una enfermedad intestinal subyacente, como parásitos, EII, cáncer o un trastorno de malabsorción, es posible que no pueda absorber las cantidades adecuadas de tiamina ingerida. Con el tiempo esto puede conducir a una deficiencia. Además, si su perro toma medicamentos que le hacen beber y orinar con frecuencia, esto también puede aumentar la eliminación de tiamina a través de los riñones y la orina.
También podemos ver comúnmente deficiencia de tiamina en perros que no reciben una dieta bien balanceada. Si su perro es un comedor "quisquilloso" y solo come alimentos para humanos, podría correr el riesgo de no ingerir suficiente B1. Si su perro sigue una dieta casera y/o cruda, esto también puede aumentar su riesgo de deficiencia de tiamina. Una dieta comercial bien balanceada es la mejor manera de asegurarse de que su perro obtenga los nutrientes adecuados, incluida la tiamina.
¿Cómo cuido a un perro con deficiencia de tiamina?
La única forma de tratar la deficiencia de tiamina es dársela a tu perro. Esto a menudo se hace en combinación con medicamentos orales y potencialmente con inyecciones por parte de su veterinario. Además, si su perro padece otras enfermedades del tracto intestinal, los riñones o toma otros medicamentos, su veterinario también deberá tratar de controlar cualquier síntoma anormal de esas enfermedades.
Debido a que el diagnóstico es tan difícil, su veterinario puede optar por tratar a su perro por deficiencia de tiamina si tiene una fuerte sospecha y monitorear la respuesta al tratamiento en lugar de cualquier prueba.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se diagnostica la deficiencia de tiamina?
Desafortunadamente, es muy difícil diagnosticar la deficiencia de tiamina. A menudo, los perros afectados no acudirán al veterinario hasta que estén gravemente afectados, y debido a que los signos pueden deberse a una serie de enfermedades, a menudo no se espera una deficiencia de tiamina. Los análisis de sangre de rutina a menudo serán completamente normales además de las múltiples modalidades de imágenes. No existe una prueba que pueda diagnosticar esta afección. Su veterinario probablemente tendrá que emplear pruebas especializadas o derivarlo a un especialista para determinar si su perro tiene una deficiencia de tiamina.
¿Puedo darle a mi perro mis propias vitaminas B?
No. Siempre consulte con su veterinario antes de administrar cualquier medicamento humano. Los medicamentos humanos pueden tener otros ingredientes que pueden ser tóxicos o fatales para su perro, incluso en pequeñas cantidades. Solo darle una vitamina a tu perro, aunque la intención sea buena, puede causar un daño grave.
Conclusión
La deficiencia de tiamina o B2, aunque es más común en los gatos, puede ocurrir en los perros. Vemos esto más comúnmente en perros con otras enfermedades intestinales subyacentes o que son alimentados con alimentos deficientes en tiamina. Esto es más común en las dietas caseras y crudas. Su perro puede mostrar signos no específicos como anorexia, vómitos y diarrea. También pueden desarrollar una multitud de anomalías neurológicas. Desafortunadamente, no existe una prueba que determine si su perro tiene deficiencia de tiamina, lo que dificulta el reconocimiento y el diagnóstico.
Una vez diagnosticado, o si su veterinario tiene fuertes sospechas de que su perro sufre de esto, su perro deberá ser tratado con suplementos de tiamina durante algunas semanas. Su mejor apuesta para evitar esta condición es alimentar a un veterinario comercial bien balanceado, además de controlar cualquier signo de otras enfermedades intestinales subyacentes.