¡Llevar a casa un nuevo bebé es un momento tan alegre y emocionante! Pero cuando tienes un gato, también puede ser estresante para ti y tu gato. Está naturalmente preocupado por la seguridad de su bebé. Los gatos juegan rudo; esas garras pueden salir en cualquier momento, ¡incluso durante los abrazos! También son bastante impredecibles. No hay forma de predecir si tu gato será un compañero amable y cariñoso para tu pequeño o si se asustará y empezará a rascarse.
Pero amas a tu gato. Probablemente sueñes con que tu gato y tu bebé se conviertan en los mejores amigos más lindos. Si se pregunta si su gato y su recién nacido pueden interactuar de manera segura, la respuesta es sí, pero requiere un poco de esfuerzo adicional.
La llegada de un recién nacido puede ser estresante para los gatos
Los gatos prosperan con la rutina. Se sienten más seguros y felices cuando saben qué esperar cada día. Imagina lo confuso y molesto que debe ser para tu gato cuando un pequeño intruso llega de repente a su casa. ¡Peor aún, esta extraña criatura no deja de llorar, gritar y acaparar toda la atención!
No solo eso, sino que dar la bienvenida a un recién nacido a tu vida es un momento ajetreado. Los visitantes siempre van y vienen, la casa se reorganiza y su rutina diaria se desvía por completo. No es de extrañar que los gatos puedan comenzar a portarse mal durante este período; es la única forma en que pueden comunicar que se sienten abrumados y asustados.
Comprender cómo se siente tu gato durante este tiempo te ayudará a abordar el asunto con sensatez. Como padre primerizo, también te sientes abrumado y es fácil suponer que tu gato solo está siendo travieso cuando está aterrorizado y confundido. La conclusión es que debes ser tan paciente con tu gato como con tu bebé.
¿La buena noticia? Con preparación y unos sencillos pasos, puedes ayudar a tu gato y a tu bebé a vivir juntos en armonía desde el primer día.
Cómo presentar a tu recién nacido a tu gato en 6 pasos
1. Prepare a su gato con anticipación
Cuanto antes, mejor. La idea es insensibilizar a tu gato a las cosas que se convertirán en parte de su vida una vez que nazca el bebé.
Por ejemplo, déjelos oler las lociones, talcos, pañales y otros productos del bebé. Además, anímelos a explorar la guardería, pero vigílelos para que no se vuelvan demasiado traviesos. Si alguna de tus cosas de bebé reproduce música y sonidos, deja que tu gato también los explore.
Considere reproducir diariamente grabaciones de audio de los ruidos del bebé, como llantos, gritos y risas. De esta forma, los sonidos comienzan a convertirse en una parte natural del entorno de tu gato. Lánzales golosinas mientras escuchan, para que empiecen a asociar los sonidos con experiencias positivas.
2. Ajusta lentamente la rutina de tu gato
¿Mamá siempre ha sido la cuidadora principal de tu gatito? ¿Están acostumbrados a recibir mimos en ciertos momentos del día? ¿Qué tal su rutina de alimentación?
Si algo de esto cambiará después de la llegada del recién nacido, es mejor comenzar a adaptar lentamente a tu gato a la nueva rutina.
Por ejemplo, si un papá, un hermano u otro miembro de la familia reemplazará a la mamá en las tareas del gatito, comience a hacer que pasen más tiempo con su gato un par de semanas (o incluso meses) antes de que nazca el bebé. Gradualmente haz que se haga cargo de más y más tareas de cuidado hasta que tu gato finalmente se acostumbre a ellos como su cuidador principal.
3. Crea más espacios tranquilos para tu gato
Un gato acorralado es un gato infeliz y potencialmente peligroso. Para evitar forzar a su gato a una situación en la que se sienta atrapado (por ejemplo, cuando hay demasiados visitantes alrededor), designe varios "lugares seguros" en la casa donde su gato pueda retirarse y escapar del ajetreo y el bullicio de la vida con un recién nacido.
Estos espacios deben estar alejados de las habitaciones de alto tránsito como la guardería. Asegúrate de que estén bien ventilados, tranquilos y llenos de todo lo que tu gato necesita: comida, agua, ropa de cama, juguetes y postes para rascar.
También recomendamos agregar más cuevas para gatos y trepar árboles alrededor de la casa. De esta forma, tu gato puede explorar y vigilar la casa desde una altura sin bajar y sentirse intimidado o asustado.
4. Separe al bebé y al gato durante los primeros días
A los ojos de tu gato, tu recién nacido no es diferente de un nuevo gatito o cachorro. Entonces, ¿por qué no probar el mismo enfoque?
El día que traigas a tu bebé a casa, no dejes que tu gato lo conozca todavía. Mantén la puerta cerrada y deja que tu gato explore el olor del bebé desde afuera. Nuevamente, recompénsalos con golosinas y elogios por estar tranquilos.
Luego, tome una de las mantas usadas pero limpias de su bebé y familiarice a su gato con el olor. También puedes usar uno de los juguetes del bebé para hacer lo mismo. Intente dejar que su gato entre en la guardería cuando usted no esté allí para que pueda olfatear libremente los lugares donde el olor del bebé es más fuerte.
Haz esto durante unos días o hasta que tu gato se vea más relajado y no tan obsesionado con la habitación del bebé.
5. ¡Programe su primera reunión
Quieres preparar a tu gato para el éxito, así que elige cuidadosamente el día y la hora de la primera reunión de tu gato con el bebé. Selecciona un día en el que te relajes en casa todo el tiempo, sin visitas ni actividades importantes planeadas.
Antes de dejar que tu gato conozca al bebé, asegúrate de que ambos hayan sido alimentados, un orinal y tal vez un poco arropados por el tiempo de juego. Luego, preséntelos en terreno neutral, no en la guardería. La sala familiar o sala de estar suele ser el mejor espacio para la presentación.
Comience sosteniendo a su bebé en su regazo y deje que su gato lo huela desde la distancia. Si muestra signos de miedo o agresión, detenga la presentación y vuelva a intentarlo más tarde. Sobre todo, nunca dejes a tu bebé sin supervisión con tu gato.
6. Aumente sus interacciones gradualmente
Si todo va bien, pueden aumentar gradualmente su tiempo juntos. ¿La hora de la siesta para el bebé? Invita a tu gatito a unirse a ti en la guardería. ¿Tiempo de juego? Deja que el bebé mire mientras tú y tu gato juegan con sus juguetes.
Aún así, siempre vigila de cerca a ambos y prepárate para intervenir ante las primeras señales de problemas. Cuanto más atento estés, más seguras y agradables serán sus interacciones.
Conclusión
¡Felicitaciones, su gato y su bebé ahora han tenido un hermoso comienzo! Solo recuerda que presentarlos es solo el comienzo: se necesita constancia y paciencia para garantizar una relación amorosa y duradera entre ellos.
En última instancia, todo ese esfuerzo vale la pena, especialmente una vez que los ves abrazados, jugando y creciendo juntos. ¡Disfruta de los hermosos años que te esperan!