La pancreatitis es la inflamación del páncreas, un pequeño órgano ubicado cerca del estómago que ayuda con la digestión y produce hormonas importantes (por ejemplo, insulina).1 La pancreatitis en perros puede ocurrir repentinamente (agudo) o como brotes repetidos a lo largo del tiempo (crónico). Los síntomas pueden variar desde molestias gastrointestinales leves hasta enfermedades potencialmente mortales.
Es importante tener en cuenta que muchos perros con pancreatitis requieren hospitalización, porque la fluidoterapia intravenosa (IV) es una de las formas más importantes en que los veterinarios tratan la pancreatitis. Se utiliza para mantener la hidratación y el equilibrio de electrolitos, así como administrar medicamentos para reducir las náuseas y aliviar el dolor.
Las sugerencias que se enumeran a continuación solo deben tenerse en cuenta para perros a los que un veterinario les haya diagnosticado pancreatitis y se los considere lo suficientemente estables como para recuperarse en casa
Las 4 mejores maneras de consolar a un perro con pancreatitis:
1. Ofrezca comidas pequeñas y frecuentes de una dieta baja en grasas y de fácil digestión
Los veterinarios históricamente recomendaban no darles comida ni agua a los perros con pancreatitis hasta que ya no vomitaran (a veces durante largos períodos de tiempo). El objetivo de este enfoque era "descansar" el páncreas. Sin embargo, ahora reconocemos el importante papel de la nutrición en la curación y la recuperación. Nueva evidencia sugiere que los perros con pancreatitis que pueden volver a comer antes tienen mejores resultados.
Cuando su perro esté listo para empezar a comer de nuevo, ofrézcale comidas pequeñas 3 o 4 veces al día. ¡El tipo de comida es extremadamente importante! Su veterinario le recomendará una dieta baja en grasas y fácil de digerir. Si su cachorro comienza a vomitar nuevamente en cualquier momento, infórmele a su veterinario de inmediato.
Los perros que han sido diagnosticados con pancreatitis a menudo se benefician de seguir una dieta baja en grasas de por vida, para ayudar a reducir el riesgo de recurrencia.
2. Medicamentos contra las náuseas (según las indicaciones de su veterinario)
La inflamación del páncreas también afecta a los órganos circundantes, lo que a menudo provoca náuseas.
Los signos de náuseas en los perros incluyen:
- Excesivo babeo, lamerse los labios
- Náuseas, arcadas y/o vómitos
- Alejando la cabeza de la comida
- Jadeo, inquietud
Los medicamentos recetados contra las náuseas (p. ej., citrato de maropitant) son muy efectivos y contribuyen en gran medida a mejorar la comodidad de su cachorro. También ayudarán a recuperar el apetito, lo cual es importante para la recuperación.
3. Medicamentos para el dolor (si lo recomienda su veterinario)
Se sabe que la pancreatitis es una afección dolorosa. Se puede usar una variedad de medicamentos, dependiendo de si su perro se siente levemente incómodo o muy doloroso.
Los signos de dolor abdominal en perros incluyen:
- Inquietud
- Vientre tenso (duro)
- Estirándose (posición de perro boca abajo) o de pie con una postura “encorvada”
- Respiración acelerada o jadeo
- Babeando, arcadas/náuseas, negándose a comer
- Alteraciones gastrointestinales (vómitos, diarrea)
Incluso si su perro no muestra signos evidentes de incomodidad con la pancreatitis, muchos veterinarios recomiendan darle el beneficio de la duda y aliviar el dolor. El manejo del dolor es más efectivo cuando se aborda de manera proactiva, en lugar de permitir que el dolor se salga de control. Un enfoque multimodal (usar múltiples medicamentos con diferentes modos de acción) también es beneficioso.
¡Es muy importante que solo le dé a su perro medicamentos para el dolor según las instrucciones de su veterinario!
4. Atención general de apoyo
Evite el ejercicio extenuante. Los paseos cortos con correa deberían estar bien, pero su perro necesita descansar para recuperarse. Probablemente no estarán interesados en jugar hasta que se sientan mejor.
Algunos perros pueden apreciar los abrazos y el afecto adicionales cuando no se sienten bien, mientras que otros prefieren que los dejen solos. ¡Tú conoces mejor a tu perro! Sin embargo, los perros a veces actúan de manera diferente cuando están enfermos o con dolor. Es útil prestar atención a cualquier cambio en su lenguaje corporal o comportamiento, lo que ofrece pistas sobre su nivel de comodidad (p.ej., si podrían necesitar más analgésicos).
Conclusión
La pancreatitis requiere tratamiento médico. Una vez que un perro con pancreatitis se ha estabilizado, a menudo puede completar su recuperación en casa, pero esta no es una condición que los padres de mascotas deban tratar de manejar por sí mismos. Si lo hace, podría provocar una incomodidad extrema para un perro afectado y provocar graves consecuencias para la salud.