Las orejas de un gato son terriblemente lindas. Son suaves, puntiagudos y tienen un lenguaje propio. No es de extrañar que nos atraigan y siempre intentemos frotarlos.
Afortunadamente, a los felinos también les encanta cuando les frotas las orejas. Parecen relajados y ronronearán en voz alta en agradecimiento. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué a tu gato le encanta que le acaricies las orejas? Bueno, hoy es tu día de suerte.
Siga leyendo para conocer cuatro posibles razones por las que a los gatos les gusta que les froten las orejas. También le mostramos la forma correcta de hacerlo como un bono. Vamos a sumergirnos.
Las 4 posibles razones por las que a los gatos les gusta que les froten las orejas
1. Se siente bien
Las madres gatas suelen lamer las orejas de su gatito durante el aseo. Esta acción provoca un aumento de oxitocina en la madre y los gatitos, haciendo que la experiencia sea placentera y reconfortante. El gesto no se limita a las madres y sus gatitos. Los gatos adultos también se acicalan entre sí para mostrarse afecto.
Puedes imitar la sensación que experimenta tu gato durante el aseo frotando sus orejas. Una teoría popular es que tu gato te considera su madre sustituta y, por lo tanto, anhela tu atención y amor.
2. Los tranquiliza y los relaja
Frotar las orejas de tu gato libera endorfinas en su cuerpo. Además de aliviar el dolor, las endorfinas reducen el estrés y mejoran el bienestar de tu gato.
Puede ser difícil imaginar que un gato pueda sentirse estresado. Pero eso es porque los felinos son buenos para ocultarlo. A diferencia de los perros, los gatos no son tan expresivos con sus emociones.
Sin embargo, los felinos son muy sensibles y cualquier cambio ambiental drástico puede causar un aumento en los niveles de estrés. Eso podría incluir cambiar la rutina, invitados en la casa, mudarse o una nueva mascota o bebé en el hogar.
3. Les encanta la atención
Los gatos pueden parecer distantes, pero les gusta sentirse amados y admirados. Esperan que pases tiempo con ellos además de satisfacer sus necesidades básicas, como comida, agua y basura limpia. Las caricias son una forma de ofrecerle a su gato la atención que tanto necesita. ¿Y qué mejor lugar para hacerlo que las orejas?
Las orejas de un gato tienen glándulas pinna que secretan aceite y feromonas. Además de comunicar información sobre el gato, las feromonas promueven una sensación de bienestar en tu amigo felino.
4. Fortalece tu vínculo
Las feromonas hacen más que hacer que tu amigo peludo se sienta relajado y feliz. Los gatos también los dejan atrás cuando se frotan contra ti u otros objetos para marcar su territorio.
Además de las orejas, las glándulas secretoras de olor también se encuentran en la cara, la cabeza, los flancos y la cola. Cada vez que tu gatito roza alguna de estas partes contra ti, te reclama como suyo.
Por lo tanto, el olor que queda en tu cuerpo cuando frotas las orejas de tu gato ayuda a fortalecer el vínculo entre ustedes dos. Te marca como perteneciente a ellos.
Cómo frotar las orejas de tu gato
Desafortunadamente, cada gato es diferente y tu enfoque debe ser personalizado. Sin embargo, puedes seguir los siguientes pasos.
Desarrolla confianza
Si tu gato no confía en ti, corres el riesgo de asustarlo o de que te muerda. Así que, si es la primera vez que lo acaricias, acércate a él con cuidado. Mejor aún, deja que vengan a ti. Además, no vayas directo a las orejas. En su lugar, comienza acariciando suavemente su cabeza para generar confianza. Puedes moverte gradualmente hacia las orejas si al felino no le importan tus avances.
Ponte cómodo
Empieza con un roce suave y ten cuidado con su reacción. Es recomendable retroceder si demuestran descontento.
También puedes intentar rascar y torcer ligeramente. A algunos gatos incluso les gustará que les frotes ligeramente las orejas con los nudillos.
Sé constante
No existe un método único para frotar las orejas de tu gato. Algunos prefieren un toque ligero, mientras que otros querrán una mano más firme. El truco es encontrar el punto ideal de tu amigo peludo.
Si encuentras algo que funciona, sé constante. Los gatos tienen oídos muy sensibles y pueden ser agresivos si tocas el lugar equivocado o te vuelves demasiado rudo en un intento de cambiar las cosas.
Cómo saber si a tu gato le gusta que le froten las orejas
No a todos los felinos les gusta que les froten las orejas. Por lo tanto, no fuerces el asunto si el gatito expresa su descontento. Pero, ¿cómo puedes saber si a tu gato le gusta que le froten las orejas?
Un gato al que le gusta frotar las orejas parecerá relajado cuando lo hagas. Mantendrá su cola erguida y la agitará de lado a lado. También ronroneará mientras entrecierra los ojos.
A veces el gato te amasa con sus patas delanteras para corresponder el afecto. Y cuando dejes de frotar, es posible que te den un ligero empujón para indicarte que continúes.
Cómo saber si a tu gato no le gusta que le froten las orejas
Por otro lado, un gatito que no disfruta gruñe, aplana las orejas, se contrae y sacude la cola. También podría moverse incómodamente o apartar la cabeza de ti. A veces puede arañarte o morderte en casos extremos.
Sin embargo, no todos los gatos reaccionarán igual en situaciones tan incómodas. Mientras que algunos son así de directos, otros optan por permanecer pasivos. No disfrutarán el roce. Pero lo tolerarán en lugar de actuar agresivamente.
Comprender el comportamiento de tu gato es imprescindible. Le permitirá conocer los gustos y disgustos de su amigo peludo, mejorando así su relación.
Por qué a tu gato no le gusta que le frotes las orejas
Los gatos son impredecibles. En un momento, se frotan contra tus pies y, en otro, te gruñen mientras intentas levantarlos. Por lo tanto, la razón por la que tu gatito no te dejó frotarle las orejas puede no ser sencilla.
No a todos los felinos les gusta que les toquen las orejas. Si el tuyo cae en esta categoría, conténtate con acariciar otras partes de su cuerpo ya que no puedes hacer mucho.
Sin embargo, la mayoría de los gatos reaccionan positivamente cuando les tocan las orejas. Por lo tanto, es más probable que una de las siguientes cosas haya fallado la primera vez que lo intentó.
Elegiste el momento equivocado
Los gatos no siempre están de humor para las caricias. Aunque disfrutan de tu compañía, también son criaturas independientes que anhelan su espacio personal.
Quizás intentaste hacer tu jugada durante el tiempo a solas de Kitty. Naturalmente, rechazará sus avances durante esos momentos. La buena noticia es que puedes volver a intentarlo cuando tu amigo peludo esté de mejor humor.
Lo estás haciendo mal
¿Frotaste las orejas de tu gatito demasiado fuerte la última vez? Podría ser la razón por la que reaccionaron negativamente. A los gatos les encanta cuando les frotas las orejas. Pero solo cuando lo haces bien.
Las orejas de un gato son muy sensibles. Incluso un ligero toque en el lugar equivocado puede causar molestias y provocar una respuesta negativa. Como tal, debes ser suave al frotarlos. Nunca use sus uñas o cualquier objeto duro al frotar. Además, manténgase alejado del interior de las orejas, ya que corre el riesgo de infligir dolor o dañar el canal auditivo.
Tu gato no está socializado
Un gato debe aprender a interactuar con humanos cuando aún es un gatito, preferiblemente entre dos y seis semanas de edad. De lo contrario, no serán tan receptivos a las caricias o los mimos cuando crezcan.
Si tu gato no te deja acariciarlo, puede ser porque no fue socializado cuando era un gatito. Es probable que ese sea el caso si rescatas a un perro callejero.
A veces, un historial de abuso y negligencia también puede hacer que el gato desconfíe de los humanos. Los gatitos adoptados del refugio suelen ser víctimas de tal crueldad.
Reflexiones finales
A la mayoría de los gatos les encanta cuando les frotas las orejas, ya que es donde se encuentran las glándulas odoríferas. Las glándulas liberan feromonas, que el gato utiliza para comunicarse y marcar su territorio.
Los gatos expresan cariño e intimidad cuando traspasan su olor frotando su cuerpo contra el nuestro. Así, acariciar sus oídos genera confianza e intimidad a la vez que fortalece el vínculo en tu relación.
Sin embargo, es recomendable ser amable al acariciar las orejas de tu gatito. Son muy sensibles y frotarlos con demasiada fuerza podría causar dolor e incomodidad.
También es imprescindible saber cómo juzgar la reacción de tu gato. Los felinos no siempre están de humor para la interacción humana, y no respetar los límites puede causarte problemas.