Muchos gatos terminan desarrollando artritis a medida que envejecen. El nivel de incomodidad y dolor variará de un gato a otro, y existen varias formas diferentes de ayudar a aliviar su dolor. Los masajes son una forma que puede ayudar a abordar y controlar algunos dolores artríticos. Sin embargo, es posible que solo sean útiles en determinadas circunstancias.
A veces, es mejor dejar los masajes en manos de un terapeuta veterinario capacitado, y hay momentos en los que puedes darle masajes a tu gato en casa de forma segura. Para evitar causarle más dolor a su gato, hable con su veterinario para determinar si los masajes son apropiados para su gato.
Cómo dar masajes a un gato con artritis
Si obtiene autorización de su veterinario para darle un masaje a su gato con artritis, comience cuando su gato se sienta relajado. Si nota que está experimentando un episodio doloroso, no comience a masajearlo, ya que esto puede provocar más dolor e irritación.
Prepárate para comenzar con sesiones cortas y aumentar gradualmente la duración de los masajes hasta que tu gato se acostumbre a ellos.
1. Encuentre un entorno tranquilo y silencioso
Si tu gato está de buen humor, busca un lugar tranquilo en tu casa donde sepas que no te molestarán los ruidos ni el tráfico peatonal. Puede ser útil encender una máquina de ruido blanco u otro ruido de fondo para que tu gato se relaje. Si su gato está tenso, demasiado alerta o ansioso, un masaje no le aliviará mucho. Por lo tanto, participa solo cuando tu gato se sienta relajado.
2. Comience con movimientos ligeros y suaves
Es importante preparar a tu gato para un masaje más profundo. Por lo tanto, introduzca todos los masajes con una sesión preparatoria que consiste en movimientos ligeros y suaves. Puedes acariciar a tu gato desde la cabeza hasta la cola. Si su gato tiene lugares favoritos en los que le gusta que lo acaricien, asegúrese de acariciar esas áreas para ayudar a mantener a su gato tranquilo y feliz.
Esta parte del masaje es extremadamente importante ya que estimula la relajación de los músculos. Asegúrate de mantener todas las mascotas y caricias ligeras y de no aplicar presión todavía.
3. Frote suavemente las extremidades
Después de pasar unos minutos acariciando a su gato, puede comenzar a aplicar una presión muy ligera a su masaje. Puedes continuar acariciando a tu gato de la cabeza a la cola, pero solo agrega un poco de presión. Comprueba si tu gato muestra algún signo de malestar.
Si tu gato permanece cómodo y no se mueve de su lugar, puedes continuar acariciándolo con una presión ligera y luego deslizar tus manos hacia las extremidades de tu gato.
4. Aplique una ligera presión a las articulaciones
Puedes comenzar a concentrarte más en las articulaciones de tu gato y aplicar suavemente una ligera presión en estas áreas. Siga controlando el nivel de comodidad de su gato para asegurarse de que no sienta más dolor.
Puedes aprender técnicas básicas de masaje con un terapeuta veterinario que se especializa en terapias alternativas. Lo mejor es darle este tipo de masajes a tu gato solo después de haber recibido la aprobación de un profesional capacitado.
5. Repetir masajes a lo largo del día
Tu gato puede disfrutar de varios masajes al día. Los masajes pueden ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación, y la circulación saludable puede promover la eliminación de desechos en todo el cuerpo. Así que, si a tu gato le gusta recibir masajes, puedes darle más de un masaje al día siempre y cuando se mantenga tranquilo y cómodo durante todo el proceso.
Cosas que debes evitar al darle un masaje a tu gato
Una de las cosas más importantes que se deben evitar es aplicar demasiada presión. En general, los gatos no necesitan mucha presión con sus masajes y los gatos con artritis serán aún más sensibles al tacto. Por lo tanto, es mejor comenzar de forma ligera y aumentar la presión lentamente, y asegurarse de detenerse de inmediato ante cualquier signo de incomodidad o dolor.
Además, asegúrate de evitar masajear el abdomen, incluso si a tu gato le gustan las caricias en la barriga. Aplicar presión en esta zona puede resultar extremadamente incómodo, especialmente si el gato acaba de comer.
Por último, no fuerces los masajes. Masajear a tu gato no será útil si no está de buen humor. Si tu gato se siente ansioso, puedes intentar calmarlo con algunas caricias y caricias suaves. Sin embargo, si no se puede calmar, es mejor abstenerse de continuar con un masaje. Siempre puedes esperar a que tu gato se haya relajado más tarde.
Conclusión
Los Los masajes pueden ayudar a aliviar el dolor en las articulaciones y la artritis, y los masajes en el hogar pueden ser una excelente manera de ayudar a su gato entre las sesiones de masaje profesional y otras terapias alternativas. Sin embargo, no deben realizarse en casa en gatos sin la aprobación de su veterinario. Tampoco está de más aprender las técnicas de masaje adecuadas de un profesional capacitado antes de comenzar a masajear a tu gato en casa.