Los Golden Retrievers se ubican constantemente entre las cinco razas de perros más populares en los Estados Unidos, según la lista anual publicada por el American Kennel Club (AKC). ¡Son adorables, fáciles de entrenar y, en general, son maravillosas mascotas familiares!
Desafortunadamente, también son propensos a la displasia de cadera, una condición que afecta principalmente a los perros de razas grandes. La genética juega un papel importante en el desarrollo de la displasia de cadera, pero la nutrición, el ejercicio y los niveles hormonales durante el crecimiento también son factores importantes.
La displasia de cadera provoca artritis en la(s) cadera(s) afectada(s), y puede afectar significativamente la calidad de vida de un perro. Como resultado, los criadores de perros de razas grandes (incluidos los Golden Retrievers) suelen participar en programas de detección cuyo objetivo es reducir el número de perros afectados.
Si está pensando en agregar un Golden Retriever a su familia, es una buena idea aprender sobre la displasia de cadera. Busque criadores que evalúen a sus perros para detectar la afección y consulte a su veterinario para que le aconseje sobre la nutrición y el ejercicio ideales para su cachorro en crecimiento.
¿Qué es la displasia de cadera?
La cadera se describe comúnmente como una articulación de "bola y cavidad":
- La “bola” se refiere a la cabeza femoral (parte superior del fémur)
- El “zócalo” se refiere al acetábulo (parte de la pelvis)
En una articulación normal de la cadera, el acetábulo acuna la cabeza femoral de forma segura, lo que permite un movimiento suave.
En perros con displasia de cadera, la articulación de la cadera no se desarrolla normalmente. La cabeza femoral a menudo es aplanada en lugar de redonda, y el acetábulo es menos profundo de lo que debería ser. El resultado es un mal ajuste y una articulación de la cadera laxa (es decir, floja). En lugar de girar suavemente dentro del acetábulo, la cabeza femoral rebota, dañando el cartílago y, en última instancia, provocando artritis.
¿Cuáles son los signos de la displasia de cadera?
Los signos de la displasia de cadera son muy variables. Pueden variar desde una forma de andar ligeramente anormal hasta una cojera significativa (cojeando) y dolor. Si nota alguno de estos signos en su perro, programe una cita con su veterinario:
- S altos de conejo (es decir, juntando las patas traseras)
- Cojear (a veces o todo el tiempo)
- Reducción de la masa muscular en una o ambas patas traseras
- Dificultad para levantarse después de estar sentado o acostado
- Renuencia a subir escaleras o caminar sobre superficies resbaladizas
- Disminución del interés por la actividad física
Los propietarios a veces se sorprenden cuando su veterinario les dice que su perro tiene dolor. La gente a menudo espera que un perro doloroso gimotee o llore, pero de hecho esto no es común (especialmente con dolor crónico). Este folleto de la Asociación Estadounidense de Hospitales de Animales (AAHA, por sus siglas en inglés) brinda una excelente revisión de las muchas formas diferentes (y a menudo sutiles) en que los perros nos muestran que sienten dolor.
¿Cuáles son las causas de la displasia de cadera?
No existe una causa única para la displasia de cadera en los perros. Más bien, múltiples factores contribuyen a su desarrollo, incluyendo:
Genética
La displasia de cadera es hereditaria en los perros, pero no comprendemos completamente los genes involucrados. Se están realizando investigaciones para identificar marcadores genéticos específicos asociados con la afección, lo que con suerte conducirá al desarrollo de una prueba basada en el ADN que pueda detectar la displasia de cadera en Golden Retrievers y otras razas.
Actualmente, la única forma de detectar displasia de cadera en perros reproductores es con radiografías de cadera (rayos X). En los Estados Unidos, la Fundación Ortopédica para Animales (OFA) y el Plan de Mejoramiento de la Cadera de la Universidad de Pensilvania (PennHip) evalúan las radiografías según criterios claramente definidos. Puede encontrar un resumen de un estudio que compara los dos métodos aquí.
Nutrición
Una nutrición adecuada promueve el crecimiento y desarrollo normal en todos los cachorros, pero existen consideraciones especiales para las razas grandes. Pídele a tu veterinario que te recomiende una dieta adecuada para tu cachorro y cuánto debes darle en cada comida. No se recomienda el libre acceso a los alimentos durante el crecimiento, ya que puede estar asociado con un mayor riesgo de displasia de cadera.
Ejercicio
Desafortunadamente, actualmente no existen protocolos de ejercicio establecidos específicamente para reducir el riesgo de displasia de cadera. Sin embargo, una buena pauta general es nunca obligar a un cachorro en crecimiento a hacer ejercicio. Se debe permitir que los cachorros determinen su propio nivel de actividad y tomen descansos cuando se cansen. Algunos expertos también desaconsejan dejar que los cachorros corran por suelos resbaladizos.
Momento de la cirugía de esterilización o castración
En el pasado, muchos perros en América del Norte fueron esterilizados o castrados antes del año de edad (a menudo tan pronto como a los seis meses de edad). Sin embargo, estudios recientes han demostrado que esto puede aumentar el riesgo de ciertos problemas de salud en perros de razas grandes (es decir, aquellos que pesan más de 45 libras en la madurez).
Con referencia específica a Golden Retrievers, dos estudios realizados en la Universidad de California, Davis (publicados en 2013 y 2020) encontraron tasas significativamente más altas de displasia de cadera en perros machos castrados antes de los 12 meses de edad, en comparación con perros intactos machos y castrados después de los 12 meses de edad.
El momento de la cirugía de esterilización parece ser menos importante para las hembras Golden Retriever, con respecto al riesgo de desarrollar displasia de cadera.
¿Cómo cuido a un perro con displasia de cadera? 5 formas de ayudar a tu cachorro
El objetivo principal al tratar a un perro con displasia de cadera es aliviar las molestias y mantener una buena calidad de vida. La condición se puede manejar de varias maneras:
1. Tratamiento quirúrgico
Hay cuatro opciones quirúrgicas para tratar la displasia de cadera.
Dos de los procedimientos abordan la laxitud anormal de la cadera en perros jóvenes y deben realizarse antes de que se desarrolle la artritis:
- Sinfisiodesis púbica juvenil (JPS)
- Osteotomía pélvica doble o triple (DPO o TPO)
Los otros dos procedimientos se recomiendan para perros que ya tienen artritis en la(s) cadera(s) afectada(s):
- Reemplazo total de cadera (THR)
- Ostectomía de la cabeza femoral (FHO)
Las explicaciones detalladas de estos procedimientos (y cuándo están indicados) se pueden encontrar en la sección "Tratamiento" de este artículo del Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios (ACVS).
2. Manejo del dolor
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se usan comúnmente para controlar el dolor en perros con artritis. La mayoría son bien tolerados y seguros para su uso a largo plazo en perros con función hepática y renal adecuada. Si es necesario, se pueden usar otros analgésicos, ya sea junto con un AINE o como alternativa.
3. Control de peso
Se ha demostrado que el mantenimiento de un peso corporal magro reduce el dolor en perros con displasia de cadera y también ayuda con la movilidad.
4. Fisioterapia
La fisioterapia y otras formas de rehabilitación física a menudo se recomiendan para los perros que se recuperan de una cirugía de displasia de cadera. También pueden ayudar a mantener la fuerza y la movilidad de los perros que no reciben tratamiento quirúrgico.
5. Nutracéuticos y Terapias Alternativas
Hay una amplia variedad de suplementos y tratamientos alternativos disponibles para ayudar a controlar la artritis en los perros, que se describen en detalle aquí.
Preguntas frecuentes
¿Qué tan común es la displasia de cadera en los Golden Retrievers?
Se desconoce la incidencia exacta de displasia de cadera en Golden Retrievers en los Estados Unidos. Un estudio publicado en 2005 estimó que entre el 53 y el 73 % de los Golden Retrievers podrían verse afectados por displasia de cadera, pero esta estimación puede ser conservadora.
¿Se puede prevenir la displasia de cadera?
Desafortunadamente, no todos los casos de displasia de cadera se pueden prevenir. Lo mejor que podemos hacer es:
- Examina a los perros antes de reproducirlos
- Proporcione nutrición adecuada y ejercicio para cachorros de razas grandes en crecimiento
- Espere hasta un año de edad o más para castrar a los Golden Retriever machos
¿Cómo se diagnostica la displasia de cadera?
La displasia de cadera se diagnostica por:
- Observación de la marcha del perro y manipulación de sus caderas para comprobar el signo de Ortolani (que confirma la laxitud de la cadera); esta prueba debe realizarse bajo sedación y solo por un veterinario capacitado
- Radiografías (rayos X) de las caderas, que también deben realizarse bajo sedación (o incluso anestesia) para evitar molestias y garantizar una posición adecuada
Conclusión
Un diagnóstico de displasia de cadera puede ser devastador para los dueños y puede afectar significativamente la calidad de vida de un perro. Si está pensando en agregar un Golden Retriever a su familia, elija un criador que evalúe esta condición. Si bien la evaluación no puede garantizar que su cachorro no herede displasia de cadera, es una de las mejores herramientas que tenemos por ahora. Con suerte, una prueba genética estará disponible en el futuro para ayudar a reducir la cantidad de perros afectados por esta afección.