El comportamiento hiperactivo en los perros no es raro, y se observa principalmente en perros jóvenes que todavía están en su "fase de cachorro" o en razas específicas que necesitan mucho ejercicio. Un perro hiperactivo puede ser difícil de presentar a un gato y, al mismo tiempo, convertirlo en una experiencia extremadamente estresante para el gato.
Puede que le resulte difícil hacer una presentación positiva entre los dos cuando su perro está ladrando, corriendo, gimiendo y tratando de perseguir al gato. Algunos perros se llevan perfectamente bien con los gatos, mientras que otros están tan hiperactivos y emocionados que solo causan estrés al gato. Esto puede dificultar que usted, como propietario, acostumbre a su perro a los gatos.
Es importante entender que la mayoría de los perros ven a los gatos como animales de presa, y se observa un aumento de la hiperactividad y el comportamiento depredador cuando se les presenta un gato en muchas razas de perros que han sido criadas para cazar alimañas, como los terriers.
Preparación
El proceso de introducción entre su perro hiperactivo y el gato puede tomar días o semanas antes de que tenga éxito. Esta emoción y el impulso de perseguir y oler al gato es un comportamiento común en los perros hiperactivos, pero no es bueno fomentar este comportamiento.
La mayoría de los casos de perros hiperactivos que no se llevan bien con los gatos se debe a que no tienen entrenamiento previo ni experiencia con gatos. Los gatos son vistos como algo nuevo y emocionante que ha despertado su interés. Es posible que tu perro no sepa cómo comportarse con un gato, por lo que deja que su hiperactividad lo supere.
Cuando presente a un perro conocido por ser hiperactivo con los gatos, tenga esto en cuenta:
- Patience – El perro puede tardar un tiempo en dejar de mostrar comportamientos hiperactivos con los gatos. Evite apurar a su perro o el proceso de introducción.
- Positivity – No hagas sentir mal al perro ni lo reprendas por volverse hiperactivo con el gato, esto puede hacer que el perro se sienta asustado, confundido e incluso que reaccione con agresividad. Evita gritarle a tu perro si no sabe cómo interactuar con un gato desde el principio, puede llevar tiempo.
- Seguridad – Tanto el perro como el gato necesitan estar seguros durante la fase de introducción. Tenga un plan pensado en caso de que el perro o gato reaccione con agresividad. Esté siempre preparado para intervenir cuando sea necesario.
Cuando se trata de tratar con perros hiperactivos y presentárselos con éxito a los gatos, estos son algunos consejos.
Los 7 consejos para presentar un perro hiperactivo a un gato
1. Ejercitar al perro de antemano
Un perro cansado estará más tranquilo y liberará la mayor parte de la energía acumulada que gastaría persiguiendo a un gato. El ejercicio no solo ayuda a lograr esto, sino que también es bueno para su perro. Antes de presentarle a su perro hiperactivo a un gato, intente animar a su perro a jugar durante todo el día para que esté cansado durante el proceso de presentación.
Ejercicio como caminar, correr en un parque apto para perros, un juego de buscar en el jardín u otros ejercicios divertidos para su perro funcionarán. El ejercicio tiene como objetivo cansar a tu perro lo suficiente para que esté más relajado. Es menos probable que un perro cansado ejerza más energía tratando de perseguir a un gato, lo que ayuda a mantenerlo más tranquilo durante las presentaciones en la jaula.
Nota: Siempre asegúrese de que su perro tenga acceso a agua fresca en todo momento cuando haga ejercicio.
2. Crea un ambiente tranquilo
Un entorno ajetreado con mucho bullicio y distracciones dificultará que un perro hiperactivo se concentre y se quede quieto. Mucha gente en una habitación, junto con ruidos, olores nuevos y un entorno desconocido pueden hacer que los perros hiperactivos estén más ansiosos por explorar, ladrar y sentirse incómodos. Esto también puede ser estresante para el gato, que querrá paz y tranquilidad para sentirse seguro.
Trate de mantener el ambiente lo más tranquilo y familiar posible para ambas mascotas. Esto implica mantener mantas y artículos familiares cerca del gato o perro que tiene su olor. Reducir los niveles de ruido y atenuar cualquier iluminación fuerte puede hacer que el ambiente sea más pacífico. El perro hiperactivo se centrará menos en el entorno que lo rodea y más en el gato, lo que puede parecer malo al principio, pero permite que el perro se centre en el gato sin sentir la necesidad de volverse hiperactivo y entusiasmarse con otras cosas nuevas.
Si el perro y el gato se sienten tranquilos y se concentran el uno en el otro sin el ajetreo y el bullicio del entorno, el proceso de introducción puede ser mucho más fluido y menos estresante.
3. Pruebe las presentaciones de cajas
Si su perro hiperactivo intenta perseguir, morder o arañar al gato por curiosidad o incluso agresión, es importante mantener a ambas mascotas seguras. La hiperactividad de tu perro puede lesionar y estresar al gato, y puede ser necesario usar una jaula para mantener a uno o ambos animales a salvo.
Este proceso consiste en colocar al hiperperro en una caja o a ambos animales en una caja. La jaula debe tener el tamaño adecuado y contener mantas y artículos con un aroma reconfortante para ambos animales. Este método de introducción es mejor para los perros que ya han sido entrenados en jaulas, ya que entrenar a un perro que no tiene experiencia en jaulas puede ser estresante y confuso para el perro.
El perro de jaula debe colocarse en la misma habitación que el gato, idealmente a una distancia visual del gato. La jaula evitará que el perro hiperactivo muestre comportamientos que podrían lesionar y estresar al gato. Si planeas encerrar tanto al perro como al gato, entonces funcionará colocar las jaulas una frente a la otra con una pequeña distancia entre ellas.
Si los lloriqueos y ladridos continuos durante las presentaciones de jaulas son un problema para su perro hiperactivo, este podría no ser el mejor método para su perro.
4. La comida como recompensa
No hay duda de que los perros están muy motivados por la comida. Usar la comida como recompensa por el buen comportamiento puede hacer que el proceso de presentación con el gato sea una experiencia más placentera. Cuando su perro sabe que hacer cierto comportamiento que se considera "malo" no le da la recompensa de comida, pero uno que es "bueno" sí, entonces es más probable que reemplace los malos comportamientos por buenos con la esperanza de cosechar la recompensa.
Las golosinas y bocadillos para perros más saludables son mejores, especialmente porque es posible que les estés dando muchas golosinas durante este tiempo para recompensar su buen comportamiento hacia el gato. Algunos ejemplos de cuándo será necesario darle una golosina a tu perro es cuando se sienta a la orden en lugar de perseguir al gato.
También puedes enseñarle a tu perro a apartar la mirada del gato y redirigir su atención a otra parte, como una golosina o su juguete favorito. En definitiva, intentar entrenar a tu perro para que preste menos atención al gato.
5. Desensibilización gradual
A veces, presentar a su perro hiperactivo a un gato sin una desensibilización gradual aumentará la hiperactividad de su perro. Aquí es donde gradualmente haces que tu perro hiperactivo se acostumbre al olor de un gato y se desensibilice al olor antes de permitirle encontrarse cara a cara con un gato. Este es un método especialmente bueno para perros hiperactivos, ya que los familiariza con el olor.
Se pretende evitar que se sientan abrumados y energizados por la presencia de nuevos olores de un gato. La exposición repetida a los olores de los gatos puede ayudar a disminuir la reacción de tu perro cuando finalmente se encuentre con el gato.
- Permita que el gato se quede en una habitación a prueba de gatos durante algunas horas, con un lugar cómodo para dormir, agua, una caja de arena y juguetes. El perro no debe tener acceso a la habitación y debe ser una habitación que el perro no necesite usar. Este método permitirá que el olor del gato se transfiera por la habitación.
- Después de algunas horas o una noche, coloque al gato en otra habitación o asegure la jaula lejos del perro. Deja que el perro hiperactivo huela la habitación o el área donde ha estado el gato.
- Tu perro se emocionará y olfateará con curiosidad cada área donde ha estado el gato. El perro puede parecer obsesionado con la habitación y ansioso por oler toda la habitación.
- Una vez que su perro haya olfateado durante unos minutos o media hora, saque al perro de la habitación y vuelva a colocar al gato adentro. No permita que el perro entre en esta habitación y asegúrese de que la puerta esté cerrada en todo momento.
- Repita este proceso varias veces al día y mantenga al gato en la habitación hasta que su perro pierda interés en los olores.
Este método funciona mejor en los casos en los que no se puede confiar en el perro hiperactivo cerca del nuevo gato que necesita una habitación segura para quedarse antes de que se le presente adecuadamente al perro. Después de que su perro haya olfateado la habitación del gato varias veces, puede colocar mantas viejas en las que el gato durmió alrededor de las áreas de la casa que usa su perro.
6. Enseñar habilidades y entrenamiento de mando primero
Un perro obediente es más fácil de entrenar que uno que no lo es. Si el perro hiperactivo ha aprendido las habilidades básicas y el entrenamiento de comando, puede ser de gran ayuda al presentarle un gato. Se recomienda enseñarle a su perro los comandos básicos y las habilidades que necesita para la obediencia antes de presentarle perros hiperactivos a los gatos.
Este entrenamiento es útil si necesita ordenarle a su perro que se siente o permanezca en presencia de un gato, y puede hacer que el proceso de introducción sea mucho más simple para usted. Entrenar a un cachorro o a un perro joven es mucho más fácil que a un perro mayor y, en algunos casos, es posible que necesites la ayuda de un especialista en comportamiento canino.
7. Usa una correa
Si es probable que su perro reaccione a un perro persiguiéndolo, colocarlo con una correa con un arnés cómodo puede hacer que sea más seguro y menos estresante para el gato. Este método se puede usar si su perro ya se siente cómodo con una correa y un arnés, y le permite controlar mejor a su perro.
Permita que el perro olfatee e interactúe con el gato desde lejos mientras lleva la correa. Si nota que su perro se emociona demasiado o incluso se vuelve agresivo con el gato, aléjelo para que tanto el perro como el gato se mantengan alejados. Una vez que el perro se haya calmado de nuevo, puedes llevarlo de nuevo a la misma zona que el gato para volver a intentarlo.
Este método funciona mejor cuando se usa en combinación con una desensibilización gradual y una recompensa por el buen comportamiento.
Conclusión
Con una cuidadosa planificación y paciencia, puede presentar con éxito perros hiperactivos a gatos o gatitos, e incluso entrenarlos para que vivan juntos. La mayoría de los perros hiperactivos pueden tardar un tiempo antes de comenzar a perder su hiperactividad con los gatos. El olor de un nuevo animal en el entorno seguramente causará en tu perro algo de emoción y un aumento en los niveles de actividad, lo que hace que las introducciones graduales entre los dos sean necesarias.