Uno de los gatos de raza pura más populares en todo el mundo, los persas son apreciados por sus largos y hermosos pelajes y caras redondas y distintivas. Están asociados con el lujo y la realeza, por lo que no es de extrañar que muchos quieran tener uno.
Desafortunadamente, esta raza también conlleva más de algunas complicaciones de salud. Algunas de estas complicaciones resultan de sus características, como problemas oculares y respiratorios asociados con sus narices acortadas. Otras son enfermedades genéticas que son más comunes en el acervo genético persa. Si desea un gato persa, debe recibir información sobre las posibles complicaciones de salud para que pueda estar ahí para su gato sin importar lo que pase.
Los 7 problemas de salud más comunes del gato persa:
1. Dermatosis facial
El pelaje largo y lujoso de un gato persa puede ser una belleza. Sin embargo, son propensos a un trastorno poco común llamado dermatosis facial. Esto se muestra como un exudado negro en sus rostros y la causa se desconoce en este momento. La secreción negra a menudo se acumula en la barbilla, los pliegues de lágrimas y la parte superior de la nariz. Las infecciones por hongos secundarias al problema pueden dificultar su tratamiento.
Esto es más común en gatos persas jóvenes, así que consulte con su criador si esto ha sido un problema con alguno de sus gatos. El tratamiento es difícil y no siempre exitoso, pero su veterinario podrá explicarle las opciones.
2. Tiña
Otro tipo de enfermedad de la piel que puede afectar a los persas es la tiña. La tiña es causada por un hongo que puede crecer en el pelaje y la piel de su gato y causar erupciones en forma de anillo. Junto con las erupciones, otro síntoma común de esta enfermedad es la pérdida de cabello y la descamación. La tiña no es fatal para los gatos, pero puede ser incómoda y difícil de eliminar. También es altamente contagioso para otras mascotas y humanos. Debido a esto, las infecciones por tiña no deben tomarse a la ligera.
Al igual que otras afecciones de la piel, el aseo adecuado reducirá la incidencia de la tiña. Evitar los gatos afectados también ayudará a minimizar las posibilidades de exposición de su gato. Si nota síntomas de tiña, el tratamiento veterinario ayudará a su gato a superar la infección. Esto podría incluir medicación tópica u oral junto con otros tipos de tratamiento como champú.
3. Enfermedad renal poliquística
La enfermedad renal poliquística es una enfermedad genética que es más común en gatos con ascendencia persa. Los gatos con esta enfermedad desarrollan quistes dentro de sus riñones que crecen progresivamente. La gravedad de la afección varía mucho y algunos gatos con la enfermedad nunca experimentan insuficiencia renal, pero lamentablemente muchos sí. Los signos de enfermedad renal incluyen sed y orina excesivas, vómitos y disminución del apetito.
En la mayoría de los casos, no es realista eliminar los quistes en los riñones de su gato, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas. Los medicamentos pueden ayudar a estimular la función renal y la terapia dietética también puede ayudar a su gato.
Debido a que se conoce el gen de la PKD, hay una prueba genética disponible. Esto puede ayudar a los criadores a evitar criar gatos con PKD. Pregúntele a su criador sobre su política de evaluación genética antes de adoptar un persa.
4. Miocardiopatía hipertrófica
Los gatos persas tienen un riesgo ligeramente mayor de un defecto cardíaco llamado miocardiopatía hipertrófica. Esta enfermedad hace que los gatos desarrollen músculos cardíacos engrosados que alteran el flujo sanguíneo. Eso agrega tensión adicional al corazón y hace que el corazón funcione de manera menos eficiente. Es posible que los gatos con MCH no presenten síntomas, pero tienen un riesgo mucho mayor de insuficiencia cardíaca repentina, que puede ocurrir en cualquier momento. Si se presentan síntomas, por lo general son leves, como un ritmo cardíaco elevado o dificultad para respirar.
Las causas genéticas de la MCH en los persas todavía están bajo investigación, por lo que puede ser difícil para los criadores evitar la afección. Sin embargo, si a un gato se le diagnostica MCH a través de un proceso de imágenes del corazón llamado ecocardiografía, se pueden administrar medicamentos que reducen la tasa de insuficiencia cardíaca. El monitoreo y la gestión de riesgos son las mejores opciones para HCM.
5. Obesidad
La obesidad puede afectar a los gatos de cualquier raza, pero en los gatos persas, la obesidad a menudo pasa desapercibida debido a su pelo largo y complexión más robusta. Incluso si no puede ver visualmente si su gato tiene un tamaño saludable, aún puede saber si su gato tiene un peso saludable al tocarlo y monitorearlo. Las costillas de tu gato no deberían sobresalir, pero aún deberías poder sentirlas a través de su pelaje. Una vez que tu gato tenga entre dieciocho meses y dos años y haya terminado de crecer, su peso debería estabilizarse. De vez en cuando, pesar a tu gato puede darte una idea de si está ganando o perdiendo peso. Los gatos con sobrepeso tienen muchas más probabilidades de sufrir problemas de salud, como diabetes, problemas cardíacos, dificultades para respirar y otros problemas.
En la mayoría de los casos, la obesidad se puede prevenir y tratar mediante el control de la dieta. Una menor cantidad de comida y la incitación al ejercicio pueden ayudar a tu gato a perder peso. Una consulta con un veterinario puede ayudarlo a elegir el mejor camino para tratar la obesidad y ayudarlo a asegurarse de que no haya condiciones subyacentes que provoquen el aumento de peso.
6. Síndrome de las vías respiratorias braquicefálicas
Los gatos persas tienen narices más cortas, y esto a menudo conduce al síndrome de las vías respiratorias braquicefálicas. BAS se refiere a varios problemas diferentes causados por tener un cráneo acortado. Los gatos con BAS tienen dificultad para respirar, drenaje nasal y ocular deficiente y síntomas como tos, sibilancias o dificultad para respirar. Los síntomas varían de leves a severos, y los persas con “cara de peke”, que tienen una cara completamente aplanada, tienen los síntomas más severos.
La crianza responsable y evitar los extremos son la mejor manera de minimizar BAS. Los dueños que busquen gatos persas deben evitar las formas faciales más extremas. No existe una cura para el BAS, pero algunos de los síntomas se pueden controlar. Los ambientes cálidos y húmedos, el estrés, el esfuerzo excesivo y la obesidad son factores de riesgo comunes que empeoran la gravedad de este síndrome.
7. Atrofia progresiva de retina
Entre las enfermedades genéticas comunes a los gatos persas se encuentra la Atrofia Progresiva de Retina. Esta condición hace que los ojos se deterioren con la edad, comenzando cuando el gato tiene alrededor de dos años. Con el tiempo, la enfermedad causará ceguera total o casi total. Esta es una enfermedad generalmente rara en los gatos, pero un gen responsable de esta enfermedad es relativamente común en los gatos persas y razas relacionadas.
PRA es causado por un gen recesivo. Existe una prueba genética disponible que puede identificar gatos con una o dos copias del gen, por lo que la mejor forma de prevención es la prueba genética antes de la reproducción. Muchos criadores realizan pruebas de PRA de forma rutinaria en sus gatos para asegurarse de que todos los reproductores estén libres de la enfermedad.
Si adopta un gato persa con PRA, no existe una forma conocida de tratar o retrasar la progresión de la enfermedad, pero se pueden hacer adaptaciones para ayudar a su gato a medida que su visión falla. Estos incluyen tazones de comida y agua, camas y cajas de arena accesibles, rutinas constantes y un entorno inmutable. Los gatos ciegos pueden memorizar el diseño de sus hogares, por lo que muchos gatos pueden seguir funcionando después de la pérdida de la visión.
Últimos pensamientos
El persa es una de las razas de gatos más antiguas y populares, pero su popularidad ha ido en su contra en lo que respecta a la salud. Las muchas enfermedades endémicas en el acervo genético del gato persa se propagan más libremente cuando los criadores y propietarios no toman las precauciones adecuadas, como la atención veterinaria de rutina, las pruebas genéticas cuando estén disponibles y el rastreo del linaje. Pero hoy, hay más recursos disponibles que nunca cuando se trata de criar y cuidar a estas bellezas dignas.