Muchas personas piensan que ser dueño de una tortuga será fácil. Sin duda, más fácil que pasear a un perro todos los días, ¿no? ¡No!
Tener una tortuga es mucho trabajo. Es caro y requiere una atención excepcional a los detalles, especialmente cuando se trata de su salud. Este artículo repasa seis enfermedades acuáticas de las tortugas mascotas que hay que tener en cuenta.
Primero, una lección esencial de vocabulario sobre tortugas
La cría es el entorno y la comida en la que vive un animal. Obtener el entorno y la comida adecuados es esencial para cuidar tortugas acuáticas/semiacuáticas.
Esta es la parte más importante de tener una tortuga. Asegurarse de que la crianza sea correcta para su especie de tortuga es lo principal que mantendrá a su tortuga saludable. Si no se cuida bien, la tortuga se enfermará. Todas las enfermedades de esta lista pueden ser causadas por un manejo inadecuado.
Los 4 componentes de cría más importantes
Estos son los principales componentes de cría a los que debe prestar atención para lograr un entorno saludable.
1. Temperatura
Las tortugas son reptiles, por lo que dependen completamente de su entorno para mantenerse calientes, refrescarse, digerir su comida y combatir infecciones. Si la temperatura en su recinto no es la adecuada, pueden enfermarse con muchos problemas, incluidas infecciones en los ojos, los oídos y el caparazón.
2. Luz del sol
Las tortugas acuáticas necesitan la luz solar para absorber ciertas vitaminas y minerales. Las luces ultravioleta interiores son obligatorias para prevenir enfermedades. Sin la luz ultravioleta adecuada, las tortugas acuáticas no pueden mantener huesos o caparazones sanos y están predispuestas a enfermedades óseas metabólicas.
3. Dieta
Sin una dieta balanceada, las tortugas pueden desarrollar varias enfermedades que pueden ser debilitantes. Asegurarse de que coman sus vegetales (si es que deben comerlos) y asegurarse de que su dieta se complemente con los minerales apropiados, es una ciencia.
Sin una dieta saludable, las tortugas acuáticas pueden tener deficiencia de vitaminas que las protegen de infecciones de ojos, oídos y nariz. La deficiencia vitamínica más común es la hipovitaminosis A.
4. Agua
Mantener un tanque limpio puede ser un desafío. Sobre todo porque las tortugas acuáticas comen y defecan en el mismo lugar. Asegurarse de que el agua se cambie con la frecuencia suficiente y que el sistema de filtración sea adecuado es mucho trabajo. En un tanque sucio, las tortugas pueden desarrollar infecciones en los oídos, los ojos, la piel y el caparazón.
Las 6 enfermedades de las tortugas acuáticas como mascotas causadas por una cría inadecuada
1. Hipovitaminosis A (Deficiencia de vitamina A)
Si la dieta no está bien balanceada (es decir, solo comen un tipo de pescado durante años), entonces las tortugas pueden desarrollar una deficiencia de vitamina A. Como resultado, su sistema inmunológico no funciona tan bien. Y las membranas mucosas alrededor de los ojos, la nariz y la garganta no se exfolian normalmente y, como resultado, acumulan residuos. Estas dos cosas los predisponen a las infecciones de los ojos, los oídos y la nariz.
Saber exactamente lo que su tortuga necesita comer es el primer paso para prevenir esta condición tan común. Luego, convencer a su tortuga de que coma una dieta bien balanceada es el siguiente paso. Insistir en que coman sus verduras y otros alimentos que no son sus favoritos es un arte.
2. Pudrición de la cáscara (enfermedad ulcerosa de la cáscara)
El término común para esta enfermedad es pudrición de la cáscara, pero algunos veterinarios pueden referirse a ella como enfermedad ulcerosa de la cáscara.
Ocurre debido a una combinación de factores de crianza deficientes, que incluyen la dieta, la calidad y la temperatura del agua, y otros factores como la luz ultravioleta. Cuando estos factores no son los correctos, la calidad de la cáscara comienza a
Disintegrate, lo que lo deja abierto a bacterias e infecciones. A medida que la infección se asienta, se propaga más hacia el caparazón debilitado y en proceso de desintegración.
Si nota que el caparazón de su tortuga se desprende o se forman hoyos, llévela a un veterinario antes de que el círculo vicioso se salga de control.
3. Infecciones del oído
Las tortugas acuáticas pueden contraer infecciones de oído fácilmente si el agua está sucia y si no obtienen las vitaminas y minerales adecuados en su dieta. A menudo, una infección de oído no se nota hasta que el oído se convierte en un absceso completo. Luego debe corregirse con cirugía y antibióticos. Y una mejor alimentación.
4. Enfermedad ósea metabólica
Si bien una dieta inapropiada y desequilibrada puede debilitar el esqueleto de una tortuga, un factor de crianza que a menudo se pasa por alto y se maneja mal es la luz ultravioleta, que también debilita los huesos y los caparazones.
Al igual que las tortugas humanas absorben los nutrientes de la luz solar, y si no logran hacerlo, su cuerpo utiliza los minerales de su esqueleto para compensar. Después de años de usar su esqueleto para compensar, comienza a desmoronarse.
El caparazón se considera parte de su esqueleto, y es el signo más evidente de esta enfermedad. Si el caparazón de tu tortuga crece de manera anormal, desconfía de esta enfermedad. Necesitarán una visita veterinaria y una evaluación exhaustiva de su cría.
5. Infecciones oculares
Las infecciones oculares son comunes en las tortugas acuáticas. A menudo porque el agua de su tanque no está lo suficientemente limpia o su dieta es deficiente. El sistema inmunitario no puede mantenerse al día y sus ojos no pueden limpiarse adecuadamente debido a la acumulación de membranas mucosas (ver hipovitaminosis A).
Los ojos hinchados, cerrar los ojos (o no poder abrirlos), una neblina nebulosa que se desarrolla sobre el ojo y/o secreción son signos de una infección ocular. Para tratarlo, necesitarán gotas para los ojos prescritas por el veterinario. Y una evaluación de la calidad del agua y la dieta.
6. Parásitos intestinales
Los parásitos intestinales son comunes en las tortugas acuáticas. Especialmente tortugas que comen presas vivas, gusanos y/o invertebrados. Los parásitos intestinales a menudo no son un problema tan grande en las tortugas como lo son en otras especies. Sin embargo, si se vuelven demasiado prolíficos, sin duda pueden ser un problema, especialmente si la dieta de una tortuga no les proporciona suficiente nutrición para empezar. Y si su sistema inmunológico se agota debido a una crianza inadecuada.
Es esencial asegurarse de que la base de salud de su tortuga sea lo suficientemente fuerte como para protegerla de las cargas parasitarias leves. Y obtener heces regulares (una o dos veces al año) también es útil para controlarlo.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cómo saber si tu tortuga está enferma?
Conoce la personalidad y hábitos de tu tortuga. Si bien es fácil descartarlas, las tortugas tienen personalidades, preferencias y hábitos distintos.
Cuando no se sienten bien, sus patrones cambian, aunque sea levemente. Una persona que presta mucha atención a cada detalle de su vida lo notará de inmediato.
Señales a buscar:
- Letargo o depresión
- Inapetencia
- Heces anormales
- Inflamaciones-ojos, oídos, piel
- Crecimiento o patrones anormales de la concha
- Evitar el ejercicio
¿Cómo prepararse para una visita al veterinario?
Sí, las tortugas también necesitan visitas médicas. A muchos les va bien con los chequeos anuales.
Encontrar al veterinario adecuado que esté dispuesto a trabajar con tortugas puede ser difícil, pero vale la pena el esfuerzo. Cuando vaya al veterinario, espere hablar sobre la crianza. Piense en ello como una consulta de cría, una forma de obtener una segunda opción sobre los elementos cruciales de la dieta y el medio ambiente de su tortuga. Las evaluaciones de manejo pueden ser la clave para un chequeo exitoso de tortugas.
Cosas que debe preparar para su chequeo
- Traiga una muestra fresca del agua del tanque
- Traiga una muestra fresca de caca
- Traiga a la tortuga a un recipiente seguro, tibio, húmedo y ventilado
Conclusión
Tener una tortuga está más cerca de un proyecto científico de lo que la mayoría de la gente piensa. Debe realizar investigaciones, experimentos de prueba y error con la configuración de su cría, monitorear y verificar continuamente el sistema del tanque y revisar periódicamente su progreso.
A menudo, si hay un problema con la agricultura, también se esconden otros problemas y, como resultado, los problemas a menudo se superponen. Y un problema lleva a otros.
Lo mejor que puede hacer por su tortuga es conocer sus requisitos exactos de crianza. Obtenga controles anuales y consultas de cría con un veterinario de reptiles. Y conozca la personalidad y los hábitos de su tortuga individual para que cuando algo cambie, lo note de inmediato.