Puede sonar como un cliché, pero de hecho se basa en pelear como perros y gatos. Primero, los animales son competidores ya que ambos son depredadores. De hecho, la competencia y la territorialidad entran en juego. Los felinos tienen la velocidad de su lado, lo que explica por qué corren si se enfrentan a amenazas. Eso activa la alarma en los caninos con su impulso de presa en plena vigencia.
Eso es una cosa si la agresión ocurre en la naturaleza. Es otra cuestión si tus mascotas lo hacen. Eso es especialmente cierto si los dos no coinciden, siendo tu perro el más grande de los dos. Entonces, ¿cómo evitas exactamente que tu perro sea agresivo con tu gato?
Los 10 consejos para detener la agresión del perro hacia los gatos
1. Socialice a su perro y gato desde el principio
La socialización temprana y la exposición a cosas nuevas son vitales para fomentar una relación saludable entre perros y gatos. La socialización canina ocurre entre los días 21 y 49, seguida por el primero de los dos períodos de impacto del miedo del cachorro. No debe traer a casa un cachorro que tenga menos de 8 semanas. La pérdida de ese momento crítico con la madre y los compañeros de camada puede tener consecuencias negativas en el futuro.
El miedo suele acechar detrás de la agresión. Una forma de evitarlo es asegurándote de que tu perro tenga una vida activa. Eso le dará la oportunidad de presentarle a su perro nuevas experiencias cuando sea joven, como conocer a otros gatos. Si luego decide llevar un gatito a casa, puede ser más fácil para su cachorro aceptar un nuevo animal en el hogar.
2. Sea proactivo
Es fundamental ser proactivo. Anticipe que la piel puede volar entre su perro y gato. Eso significa que tienes que tener tiempo de juego supervisado. También debes mantener a tu cachorro con correa para que puedas controlar los primeros encuentros. Puedes hacer que tu gatito se sienta más seguro si tiene un lugar al que escapar. Una estantería o estantería puede sacar a tu felino de peligro si tu perro se está poniendo ansioso.
También puedes usar un producto de feromonas para calmar a tu perro. Imitan el olor y pueden tener un efecto calmante para mantener a tu perro bajo control y es menos probable que apresuren a tu gato.
3. El refuerzo positivo es esencial
Recuerde que los instintos están en juego cuando se trata de la agresión del perro hacia los gatos. Por lo tanto, es esencial no castigar a su cachorro ni regañarlo con dureza por actuar de una manera que le resulta natural. El refuerzo positivo es más efectivo y no hace que su perro tenga miedo. Cuando tus mascotas estén juntas, premia a tu perro con una golosina por actuar civilizadamente con tu gatito.
Esta técnica es un ejemplo de modificación de conducta y refuerzo de acciones apropiadas. Tu perro aprende a hacer una asociación positiva entre la presencia de tu gatito y la perspectiva de una golosina. Los caninos suelen estar motivados por la comida, por lo que es una forma eficaz de remodelar su comportamiento.
4. Asegúrese de que su perro haga suficiente ejercicio
A veces, la inactividad puede ser la chispa de la agresión del perro. Un gato corriendo puede ser justo lo que necesita para poner sus instintos en el asiento del conductor. Una caminata larga y la barriga llena asegurarán que tu perro no tenga suficiente combustible en el tanque para perseguir a tu gatito. También puede descubrir que su cachorro es más tolerante con su gato si está de humor para jugar.
Por supuesto, las necesidades energéticas de las razas varían. Algunos perros, como los border collies, siempre parecen estar en movimiento. Otros, como los grandes daneses, son tolerantes y se toman las cosas con calma. Sugerimos controlar la energía de su cachorro en relación con su actividad para lograr el equilibrio adecuado.
5. Determine qué hay detrás del comportamiento no deseado
Puede ahorrarse mucha frustración al determinar qué hay detrás de la agresión de su perro. Varias cosas pueden hacer que un perro se muerda. Hablamos del miedo, pero otra razón incluye la enfermedad. Es posible que su cachorro no quiera jugar con su gatito si no se siente bien. Lo mismo se aplica a una mascota dormida o estresada. Algunos caninos también son posesivos con su comida y sus juguetes.
Busca un patrón para el comportamiento no deseado. Luego, tome medidas para evitar recrear la situación. Si puede identificar el factor desencadenante, puede recorrer un largo camino hacia la restauración de la paz en su hogar.
6. Aprende a leer el lenguaje corporal de tu mascota
Ayudará a mantener las cosas bajo control si puede detectar las señales de advertencia antes de que la situación se acalore. Los gatos y los perros suelen señalar su disgusto antes de atacar. Es una excelente manera de evitar una pelea, que puede provocar lesiones o algo peor.
Los silbidos, gruñidos y escupitajos son signos evidentes de que un gato está irritado y a punto de pelear. Busque otras señales de alerta en ambos animales, como el pelaje despeinado y las orejas aplastadas contra la cabeza. Si observa estas advertencias, siga el siguiente elemento de nuestra lista.
7. Redirigir el comportamiento no deseado
Una excelente manera de evitar una confrontación es redirigir la atención de los animales. Un ruido fuerte, especialmente uno inusual, hará que sus ojos se vuelvan hacia el extraño suceso y no hacia la pelea en cuestión. No recomendamos gritar o regañar a sus mascotas. El punto es distraerlos de lo que está pasando entre ellos. Incluso puedes convertirlo en algo positivo, como sacudir una bolsa de golosinas.
8. Reforzar el comando Déjalo
Lo más probable es que le hayas enseñado a tu cachorro órdenes como "déjalo" o "no". Puede pensar en ellas como directivas para todo propósito. Claro, son útiles para evitar que tu perro muerda un zapato. Sin embargo, también pueden funcionar cuando se trata de frenar los signos de agresión hacia tu gato. Tu canino aprende que debe dejar de hacer algo cuando escucha la orden. Puedes extender su uso para dejar de molestar a tu minino.
9. No deje a las mascotas solas sin supervisión
Si no está completamente seguro de que sus mascotas se llevarán bien, le recomendamos encarecidamente que no las deje solas sin supervisión. Eso es particularmente cierto si hay una diferencia significativa de tamaño o edad entre los dos. También es una preocupación si a su gato no le quitaron las garras. Esos clavos son armas formidables para cualquier animal que los reciba. Recomendamos separar a sus mascotas también a la hora de comer.
10. Obtenga la ayuda de un entrenador
Si nada parece funcionar, no hay que avergonzarse de consultar a un entrenador de animales. A veces, la presencia de un extraño puede hacer que tu perro preste atención a su dirección. El entrenador puede recomendar otras técnicas, como la desensibilización o la sustitución de respuestas, para que su cachorro se acostumbre gradualmente a su gato y hacer que la lección se aprenda.
Un entrenador de perros también puede proporcionar consejos adicionales sobre las formas en que debe actuar en respuesta a la agresión canina hacia su gato. A menudo, no es solo el mensaje para cambiar el comportamiento no deseado, sino también cómo se entrega.
Conclusión
Entendemos lo frustrante que puede ser si tus mascotas no se llevan bien. Sin duda, desea un hogar pacífico sin la amenaza de una pelea. Afortunadamente, hay varias cosas que puede hacer para cambiar la situación a algo más favorable. La paciencia es primordial. Tu cachorro necesita tiempo para aprender lo que se espera de él, ya sean las acciones que realizas tú o las realizadas por un entrenador.