Los casos intermitentes de vómitos en perros son estándar, al igual que en los humanos. Cientos de razones relativamente benignas por las que tu perro podría vomitar de vez en cuando, pero si tu perro vomita con regularidad, esto es una señal de un problema más importante.
La presencia de bilis, una sustancia de color amarillo verdoso, es otra historia. Si su perro vomita bilis regularmente, debe llevar a su mascota a un veterinario inmediatamente, ya que esto es un signo de un problema más grave con la digestión de su perro.
Estas son las cinco enfermedades más comunes que pueden causar que tu perro vomite bilis:
Las 5 razones principales por las que los perros vomitan bilis amarilla:
1. Síndrome de vómitos biliosos
La bilis es producida por el hígado y la vesícula biliar almacenada. Cuando se ingiere comida, la bilis se libera en el intestino delgado para ayudar al cuerpo a digerir la comida y utilizarla como fuente de energía para el resto de las funciones del cuerpo.
El síndrome de vómitos biliosos es cuando la bilis se filtra desde el intestino delgado hacia el estómago; esto suele ocurrir cuando un perro no ha comido durante un tiempo o ha consumido cantidades anormalmente grandes de alimentos grasos. Comer mucha hierba o beber mucha agua también puede provocar que la bilis se filtre hacia el estómago.
Los pacientes con síndrome de vómitos biliosos generalmente se benefician de una dieta fácil de digerir, baja en grasas y alta en fibra. Las comidas más pequeñas y frecuentes también pueden ayudar con los síntomas del síndrome de vómitos irritables.
2. Enfermedades Gastrointestinales
Cuando un perro vomita bilis con regularidad, es una señal de que algo anda mal con el sistema digestivo. Esto podría ser una enfermedad inflamatoria, úlceras, infestaciones de parásitos, ciertos tipos de cáncer o problemas menores que afectan la digestión de su perro.
Necesitará que su perro sea evaluado y diagnosticado por un veterinario para recibir el tratamiento adecuado. La bilis es muy ácida y puede desgastar los tejidos del esófago y el estómago, lo que provoca ulceraciones si no se controla.
Las razas con estómagos sensibles como los bulldogs, las razas de juguete, los retrievers y los caniches deben controlarse para detectar signos de fuga de bilis, ya que están predispuestos a problemas de ulceración estomacal.
3. Pancreatitis
La pancreatitis es un trastorno hormonal en el que el páncreas no puede producir suficientes hormonas utilizadas para descomponer los azúcares en el torrente sanguíneo en energía. Los alimentos muy grasos y aceitosos pueden acelerar o causar pancreatitis en perros y personas, para el caso.
Los signos más comunes de pancreatitis son vómitos biliosos, dolor abdominal y diarrea. La pancreatitis generalmente aparece de tres a cinco días después de que un perro ingiere alimentos demasiado grasos, pero puede aparecer tan pronto como 24 horas después de la ingestión. Es posible que vea a su perro vomitar bilis de 24 a 48 horas después de comer alimentos grasos.
4. Obstrucciones intestinales
Los juguetes, los huesos y otras obstrucciones intestinales pueden hacer que la bilis del intestino delgado se filtre hacia el estómago y sea expulsada a través del vómito. Estas son emergencias médicas que requieren atención médica inmediata para eliminar el bloqueo.
Por lo general, una obstrucción intestinal comenzará presentándose como vómitos regulares que se convierten en bilis amarilla después de vaciar el estómago del perro. Es ideal para abordar el bloqueo antes de que tu perro empiece a vomitar bilis, ya que la naturaleza ácida del amargor puede dañar los órganos internos de tu perro.
5. Alergias
Si su perro ingiere algo a lo que es alérgico, puede vomitar y la bilis puede estar presente en el vómito mientras el estómago intenta digerir el alimento al que era alérgico. Este tipo de vómito generalmente ocurre justo después de cambiar a un nuevo alimento al que su perro es alérgico.
Las alergias alimentarias más comunes de los perros son la carne de res, los lácteos, el trigo, los huevos, el pollo, el maíz, el cordero, la soya, el cerdo, el conejo y el pescado. En algunos casos, los perros pueden volverse alérgicos a algo que han comido regularmente durante años.
La mayoría de las mascotas desarrollan alergias alimentarias entre 1 y 5 años de edad, pero algunas pueden desarrollar alergias o intolerancias más adelante en la vida. ¡Trabaja con un nutricionista veterinario para encontrar la mejor dieta para tu perro!
Reflexiones finales
Puede dar miedo ver a tu perro vomitando bilis. Se supone que ese material debe permanecer en el intestino delgado; ¡Tiene sentido ser aterrador de presenciar! Afortunadamente, la intervención temprana puede ayudar a controlar las condiciones del vómito de bilis. ¡Hable con su veterinario para crear un plan para la salud y el bienestar continuos de su perro!