¿Tu mascota se pone a la defensiva a la hora de comer o cuando recibe golosinas? Este comportamiento, conocido como agresión alimentaria, puede ser instintivo debido a una mentalidad de manada heredada y a la evolución en la crianza de tu mascota.
Por otro lado, también puede resultar de un trauma más reciente en el que la mascota se vuelve insegura sobre sus recursos alimenticios y se siente amenazada. Siga leyendo para obtener más información sobre la agresión alimentaria y cómo corregirla.
¿Qué es la agresión alimentaria?
La agresión alimentaria es una forma de protección de recursos en la que el perro puede exhibir varios comportamientos para defender su comida contra humanos y otros animales. Hay diferentes niveles de agresión:
Leve | el perro se pone rígido y gruñe alrededor de su comida o llena su plato |
Medio | el perro morderá o se abalanzará sobre personas o animales cercanos |
Severo | el perro ataca y muerde |
Es importante abordar la agresión alimentaria porque puede extenderse a otras disputas territoriales en la casa, dejándote con una mascota protegida y a la defensiva. Al igual que la psicología humana, también es importante comprender y empatizar con las causas fundamentales del comportamiento de tu mascota para que, en lugar de castigarla, busques desarrollar su seguridad y reducir su estrés.
El contexto de la agresión alimentaria
Ciertas razas de perros son más propensas al comportamiento agresivo y, por lo tanto, pueden ser naturalmente más dominantes con respecto a sus recursos personales, como la comida. Comprender si este es el caso de su mascota puede brindar más contexto para su comportamiento.
Por otro lado, una mascota que fue abandonada temprano en la vida, obligada a competir por la comida con otros perros en la calle o en un refugio, o que recientemente falleció un cuidador de confianza puede estar mostrando agresión alimentaria como un cambio de comportamiento y señal de que carecen de seguridad y confianza.
Los signos de agresión alimentaria
La agresión alimentaria puede manifestarse en una multitud de comportamientos, como se mencionó, que van de leves a graves. ¿Cuáles son algunas señales claras de que tu mascota está protegiendo su comida?
- Su cuerpo se pone rígido o se les eriza el pelo
- Revolotean o amontonan su plato de comida, manteniendo la cara cerca de él
- Su cola está bajada o metida debajo de ellos
- Intentan tomar el control de los tazones de otras mascotas a la hora de comer
- Se clavan las orejas hacia atrás
- Enseñan los dientes
6 formas principales de abordar la agresión alimentaria:
Si tu perro está tratando de dominar su comida debido a su raza y naturaleza, entonces debes afirmarte como el líder de la manada y asegurarte de que sepa que estás a la cabeza.
Sin embargo, si a tu perro le f alta confianza o seguridad debido a un evento disruptivo en su vida, entonces debes generar confianza en él para que se sienta seguro para comer con humanos alrededor.
Recuerda siempre que no tienes que luchar para hacer esto por tu cuenta. Si necesita ayuda para encontrar ayuda conductual para su mascota, hay buenas recomendaciones disponibles para encontrar a alguien.
1. Crear una rutina
La constancia es el primer pilar para generar confianza con tu mascota. Aliméntalos a la misma hora todos los días y en el mismo lugar. Hágale saber a su perro qué esperar en la rutina para que pueda predecir sus comportamientos.
2. Aliméntalos solos
Si tiene varias mascotas y una está ansiosa por su comida, intente alimentarlas solo en una habitación diferente. Crear un ambiente tranquilo y silencioso para que coman ayuda a calmar su ansiedad y sentido de competencia.
3. Come primero
Si estuvieras en una manada de perros en la naturaleza, se aplicarían ciertas reglas que aclaran la jerarquía y el dominio. En la naturaleza, el perro alfa come primero y los otros perros se alimentan después con lo que queda. Para establecer un patrón similar en el hogar, puede enviar una señal a su mascota de que usted es el perro alfa si come primero antes de la hora de la comida. Hágales saber que usted es el líder y que pueden seguirlo con confianza.
4. Practique a la hora del tratamiento
Las comidas pueden ser muy costosas para su mascota al principio, especialmente si ha experimentado un trauma relacionado con la privación de alimentos. Una buena manera de romper el hielo con tu mascota es comenzar a entrenarlo para que sea menos agresivo en otros momentos. Usar una sesión de entrenamiento regular con golosinas como recompensa puede ayudarlos a aprender los conceptos básicos para tomar comida de un humano. Recuerde mantener su mano plana, neutral y con confianza mientras le da golosinas. Esta práctica les ayuda a reconocerte a ti y su mutua interdependencia.
5. Crea calma a través de la disciplina
Con el entrenamiento básico (sentarse, quedarse quieto, acostarse, etc.), puede ayudar a interrumpir los patrones de comportamiento instintivo de su perro y crear una pausa en la que pueda concentrarse y reagruparse. Pedirle a tu perro que se siente, se acueste y se quede quieto mientras colocas su plato de comida en el suelo ayuda a reducir la velocidad y concentrarse en tus órdenes. Aún mejor sería que hicieran esto fuera de la habitación en la que los está alimentando y luego, cuando esté listo, llámelos lenta y tranquilamente. Esto cambia todo el ritmo de la alimentación y hace que sea menos probable que sean reactivamente agresivos.
6. No retrocedas
Es importante no reforzar la agresividad de tu perro cediendo ante ella. Necesitan saber que no retrocederás, pero también es importante que no intensifiques la agresión tú mismo. Puedes permanecer neutral y trabajar para que se acostumbren a que estés cerca a la hora de comer. Una pelea por el plato del perro resultará en un juego de suma cero en el que tu perro puede hacerse cargo.
Aquí hay algunos trucos que puedes usar:
Alimentar a mano
Usando la palma de la mano, puedes extender puñados de comida de tu perro para que la tomen directamente de ti. Al alimentarlo lentamente de esta manera y luego colocar puñados de comida en el tazón del perro, puede acostumbrarlo a su olor y proximidad a la hora de comer. Aprenden a depender de usted para la comida en lugar de ponerse a la defensiva.
Usar golosinas
Puedes dejar algunas golosinas en el plato de tu perro mientras come para que asocie tu presencia con una adición de cosas buenas y deliciosas en lugar de una amenaza para lo que ya tiene. También puedes hacerlo entre comidas para que se acostumbren a asociarte con una recompensa positiva.
Ofrecer algo mejor
Mientras tu perro está masticando su croqueta, puedes acercarte a él para darle de comer y ofrecerle una golosina aún mejor, como un trozo de pollo u otra golosina favorita. Esto los capacita para comprender que usted puede ser una presencia bienvenida a la hora de comer y que está trabajando en su mejor interés para garantizar que estén bien alimentados. También les permite dejar de cuidar su plato y darse cuenta de que su comida sigue siendo segura.
En conclusión: convertir la agresión en afecto
Al volver a entrenar a tu perro para que sea menos agresivo, estás adaptando su comportamiento de dos maneras. Primero, está utilizando una estrategia de exposición para que sean menos sensibles a su presencia cerca de su comida y mientras comen. En segundo lugar, les está enseñando que usted es su principal cuidador, por lo que asocian las golosinas y la satisfacción con la comida con su presencia a la hora de las comidas.
Permitir que tu perro guarde y defienda su comida sienta un precedente negativo que puede afectar otras áreas de tu relación y su comportamiento en el hogar. Es importante que acepten su liderazgo y confíen en usted como cuidador.
También es importante disminuir la agresión para proteger a otros miembros de la familia en el hogar, especialmente a los niños pequeños que pueden encontrarse entre el perro y su comida, lo que puede crear una situación peligrosa. O tal vez sales de la ciudad y tienes que pedirle a un amigo que cuide a tu mascota. Hacer que sea una prioridad tener momentos de alimentación tranquilos y suaves es una gran inversión en el afecto y el disfrute general que su mascota y su familia comparten todos los días.